El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció el miércoles que el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray será su nuevo canciller. Lo comunicó después de aceptar la renuncia de Claudia Ruiz Massieu, a quien agradeció por “poner en alto el nombre de México”.

En tanto, instó a Videgaray, un político sin experiencia diplomática, a “acelerar el diálogo y los contactos” con el gobierno del futuro presidente estadounidense, Donald Trump, “para que desde el primer día de la nueva administración se puedan establecer las bases de una relación de trabajo constructiva”. Peña Nieto aclaró que esa relación deberá permitir a su país “fortalecer los vínculos bilaterales en materia de seguridad, migración, comercio e inversión”. Agregó: “Estos objetivos deberán alcanzarse en todo momento promoviendo los intereses del México y sin menoscabo de nuestra soberanía y de la dignidad de los mexicanos”.

Además, exhortó al nuevo canciller a “asegurar la atención y protección a la que tienen derecho los mexicanos que residen en el exterior”, incluidos quienes viven en Estados Unidos. Sin embargo, no se refirió al papel que tuvo Videgaray en la reunión entre él y Trump en setiembre, un encuentro que causó una ola de indignación en el país por los insultos y amenazas a los mexicanos del entonces candidato presidencial. El episodio generó tanta indignación que Videgaray dejó su cargo una semana después.

Videgaray tampoco habló de Trump en la conferencia de prensa que brindó desde la cancillería minutos después de ser nombrado. Cuando fue consultado al respecto, optó por evitar el tema rotundamente: “Ya después vamos a hablar de otras cosas, vamos a hablar de los temas de la política exterior, incluyendo, por supuesto, nuestra relación con Estados Unidos, pero también con América Latina y con el resto del mundo”.