La Policía turca seguía buscando ayer al responsable del atentado de Año Nuevo en un boliche de Estambul, al parecer un ciudadano de Kirguistán que podría haber sido entrenado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.

De acuerdo con el diario turco Hurriyet, que cita fuentes policiales, el sospechoso al que se está persiguiendo llegó a Turquía desde Kirguistán en noviembre y se instaló con su esposa y dos hijos en la ciudad de Konya, en el centro de Turquía, junto a otras tres familias extranjeras.

Ayer trascendió que luego de la masacre, el supuesto atacante se subió a un taxi y se bajó a los pocos kilómetros. Según la declaración del taxista, el hombre hablaba bien turco y le pidió su celular para hacer una llamada que llevó a la Policía hasta los barrios de Zeytinburnu y Basaksehir, en Estambul. El lunes de noche la Policía registró ocho viviendas de esa zona y detuvo a varias personas, entre las cuales se encuentra la esposa del sospechoso. En total, la Policía ya detuvo a 16 personas por este ataque, informó el diario Habertürk.