Por tercera vez fue rastrillado ayer el río Chubut en busca de Santiago Maldonado, desaparecido el 1º de agosto, durante la represión de una protesta de la comunidad mapuche en Esquel, en la provincia de Chubut. Algunas hipótesis que surgieron durante la investigación judicial apuntaron a que Maldonado podría haber muerto y su cuerpo podría encontrarse en ese río, ya fuera porque fue agredido por policías mientras lo cruzaba con otros manifestantes, porque fue abandonado allí o porque se ahogó atravesándolo. Esta posibilidad llevó a que el río fuera rastrillado en dos ocasiones en un tramo de 1.000 metros sin que se produjeran hallazgos, pero en esta última ocasión el tramo se amplió 500 metros más.

La ampliación de la zona de rastrillaje se dispuso a pedido de la fiscal de Esquel, Silvina Ávila, que mantuvo consultas con el Equipo Argentino de Antropología Forense, que sugirió que además se incorporaran perros entrenados para el rastreo en el agua. El pedido fue aceptado por el juez Gustavo Lleral, que se hizo cargo de este caso a fines de setiembre, después de que una corte de apelaciones ordenara la separación del juez Guido Otranto de esta investigación.

Una vez que se dio a conocer el hallazgo, partió rumbo a Chubut una comitiva integrada por el secretario de Derechos Humanos argentino, Claudio Avruj, el asesor del Ministerio de Justicia, Martín Gershanik, y el perito designado por la familia de Maldonado, Alejandro Inchaurregui. Además, Lleral convocó a la Unidad Criminalística de la Policía Federal y al Equipo Argentino de Antropología Forense para que rápidamente se comenzara a examinar el cadáver.

El cuerpo fue encontrado enganchado a las ramas de unos sauces y sumergido en el río. El diario Clarín informó, en base a fuentes cercanas al caso, que no hay otras desapariciones denunciadas en la zona, lo que hace pensar que podría tratarse de Santiago Maldonado. Sin embargo, al cierre de esta edición los únicos datos disponibles eran los que brindó en un comunicado la fiscal, que dijo que se trata de un hombre vestido con ropa celeste o azul. Ávila recordó que hubo testigos que dijeron que Maldonado estaba vestido con ropa de ese color, y dijo que sería “muy fuerte y muy triste” si se confirmara que es él.

Acerca de por qué este cuerpo no se había encontrado en los anteriores rastrillajes –si es que ya estaba en el lugar–, Ávila especuló con la posibilidad de que haya emergido a la superficie en los últimos días. Ayer varias notas periodísticas recordaban que en el anterior rastrillaje se impidió el paso de uno de los hermanos de Maldonado, Sergio, a la zona que estaba siendo examinada, lo que generó sospechas de que los gendarmes estaban intentando ocultar algo. El hallazgo de ayer ocurrió a 78 días de la desaparición de Santiago.