En setiembre la Gendarmería Nacional de Argentina presentó un informe sobre nuevos estudios realizados sobre el cuerpo del fiscal Alberto Nisman, que murió de un disparo en enero de 2015. Allí se sostiene que fue golpeado y drogado con ketamina antes de ser asesinado por dos personas. El informe fue bien recibido por quienes ponían en duda las conclusiones de la investigación inicial, que apuntaba al suicidio y que era la hipótesis sobre la que trabajó la primera fiscal del caso, Viviana Fein.

Cuatro expertos vinculados con el Cuerpo Médico Forense, órgano del Poder Judicial que hizo la autopsia en la investigación inicial, fueron consultados sobre este estudio por el diario argentino Página 12, que no publicó sus nombres. Esas fuentes cuestionaron el análisis de Gendarmería y consideraron que sólo puede haber llegado a sus conclusiones por “ignorancia o manipulación”.

Tres de los indicios que tomó Gendarmería para concluir que Nisman fue golpeado fueron un supuesto golpe en el hígado, una herida debajo del labio y una fractura de nariz. Sin embargo, según estos expertos judiciales no hubo un golpe en el hígado, sino un derrame biliar debido a otras causas, y la herida del labio no se debió a un golpe, sino a los propios dientes de Nisman, por la posición en la que quedó el cuerpo. Por último, consideraron que la fractura es inexistente y que se llegó a esa conclusión porque se hizo una radiografía “en la que se seccionó un poco oblicua la nariz”, informó Página 12.

Los expertos también se refirieron a la ketamina que Gendarmería encontró en el cuerpo. Indicaron que esta sustancia debería haber sido detectada desde el comienzo, que la cantidad encontrada era insuficiente para dormir a Nisman y que no se encontró ningún indicio de que se le haya inyectado, única forma de habérsela administrado, según aseguraron. Acerca de este tema en particular, los expertos consideraron que el hallazgo de ketamina seguramente responda a que el aparato utilizado por la Gendarmería estuviera contaminado por análisis anteriores no vinculados con el caso Nisman.