Un Fiat 600 rojo es su vehículo. En él, las hermanas Arnoso se proponen recorrer Montevideo llevando libros y cuentos. Mañana harán la segunda presentación oficial de la Biblioteca Móvil del Conejo en el Parque Vees, ese rinconcito de Parque Batlle que se ubica frente al liceo 12, sobre la avenida Ricaldoni, detrás del Velódromo. La idea es convocar al barrio y a todos quienes quieran acercarse a compartir dos horas de lectura y narración disfrutando del entorno.

“Para las primeras actividades empezamos en lugares accesibles, que están ahí nomás –la primera fue en el Parque Rodó y esta, que es la segunda, va a ser en Parque Batlle, que me queda cerquita de mi casa–, porque todavía es un desafío manejarnos bien con el auto; queríamos ajustar cuestiones prácticas. Pero la idea no es, por supuesto, quedarnos con desarrollar actividades en lugares céntricos, que son, justamente, los que tienen más acceso a todas las cosas, son lugares donde hay de todo. La idea es aventurarnos a sitios más lejanos, recorrer el departamento, todos sus rincones. Como narradora independiente suelo ir a lugares a los que llegan menos cosas, donde no es tan sencillo acceder a una biblioteca, a un teatro”, cuenta Leticia Arnoso.

Las cuatro hermanas abrazaron la idea de la biblioteca móvil como propósito común tras la muerte de su padre, que les dejó el auto. Se trataba del narrador oral Roberto Arnoso, egresado de la escuela Caszacuento, que funciona en el Teatro Solís, dirigida por Niré Collazo. El legado, junto con el de la actividad que desarrollaba Roberto, las decidió a emprender este camino que, de alguna manera, es una continuación. “Nosotras somos cuatro hermanas, dos son docentes y las otras dos somos narradoras. Adaptamos el Fiat para crear una biblioteca móvil. Se trata de un proyecto que, de alguna manera, continúa las actividades que papá llevaba adelante: a él le gustaba narrar en forma honoraria y recorría distintos lugares a los que llevaba sus historias”, dice Leticia.

Los inicios fueron de preparativos. Por un lado, era necesario acondicionar el auto para que pudiera acompañarlas a emprender viaje, y eso les llevó un tiempo que utilizaron en armar la estructura con la que van a trabajar; entre otras cosas, marcaron presencia en Facebook (Biblioteca del Conejo Móvil), que les ha servido como plataforma de lanzamiento. “Para dar inicio a la biblioteca, arrancamos con libros nuestros y con donaciones que nos hicieron, sobre todo, amigos y familiares, gente cercana que se volcó a apoyarnos. Tenemos 350 volúmenes y, por supuesto, la idea es que la biblioteca crezca, seguir sumando. Nuestro primer cometido es recorrer los distintos barrios de Montevideo, plazas, CAIF, llegar a Montevideo rural. Sobre todo nos interesa llegar a los lugares que tienen menos acceso a este tipo de actividades, donde las personas tienen que trasladarse para ver un espectáculo”, subrayó Leticia. Contó, además, que antes de arrancar a andar, se dirigieron al norte del país: “Antes de poner a punto el fitito, lo que hicimos, y nos llevó todo un año, fue recolectar libros para armar una biblioteca en el barrio Las Láminas, en el departamento de Artigas. Juntamos 400 libros, que llevamos en un viaje en el que presentamos un espectáculo de narración”.

El 29 de setiembre inauguraron la biblioteca con una actividad en el Parque Rodó. “Tuvimos apoyo de voluntarios, de otros narradores que nos acompañaron con su trabajo, de gente que se acercó para colaborar. Fue una actividad preciosa, fue mucha más gente de la que pensábamos, y la verdad es que quedamos muy contentas. Salió todo muy bien”, cuenta Leticia.

Con la de mañana, su segunda actividad pública, empezarán a delinear su recorrido. “Esta vez va a ser más parecido a lo que nos proponemos hacer en adelante: nos queremos enfocar en el funcionamiento de la biblioteca y también en ofrecer formas de narrar participativas”, señala. La cita es en Parque Batlle de 15.00 a 17.00 y la idea es compartir dos horas en familia, entre amigos, sin apuro, con lectura y cuentos bien contados.