Un ex combatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue asesinado ayer en Ituango, en el norteño departamento de Antioquia.

El ex guerrillero Dalaider de Jesús Vásquez, alias Dala, fue baleado por sicarios que iban en una moto, informó uno de los comandantes de la Policía de Antioquia, Javier Castro Ortega. En el ataque, resultaron heridas otras cinco personas que se encontraban en el lugar. Las autoridades de Antioquia aseguraron que ya se conformó un grupo especial de investigación para capturar a los responsables del homicidio.

Vásquez había sido indultado como parte de los Acuerdos de Paz firmados entre el gobierno colombiano y las FARC e integraba la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, el partido político creado por la ex guerrilla.

Los atentados contra ex guerrilleros de las FARC siguen siendo la principal preocupación de los dirigentes de la flamante formación que lidera Rodrigo Londoño, alias Timochenko. Horas después del asesinato de Vásquez, uno de sus compañeros de partido, Rodrigo Granda, se dirigió en Twitter al gobierno del presidente Juan Manuel Santos: “¿Quién pone fin a esta matazón? Señor ministro de Defensa, ¿son hechos aislados o existe sistematicidad? ¿Quién paga y quién aprieta el gatillo?”.

Un reciente informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos del movimiento político y social Marcha Patriótica y la organización civil Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz de Colombia asegura que la violencia contra ex combatientes “se ha mantenido con fuerza” en las regiones donde antes combatía la guerrilla.

En el mismo sentido, organizaciones civiles colombianas denunciaron a fines de octubre ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que en las zonas veredales los ex combatientes y sus familias viven situaciones de riesgo por la presencia de “organizaciones criminales herederas del paramilitarismo” y narcotraficantes.