Los dirigentes de Alianza País, el partido que gobierna Ecuador desde 2007, se separaron este año en dos bandos: el de quienes están alineados con el ex presidente Rafael Correa y el de aquellos que apoyan al actual mandatario, Lenín Moreno. Las tensiones entre unos y otros no quedaron sólo en acusaciones públicas mutuas, sino que se reflejaron en acciones. Una fue la decisión de 30 de los 74 legisladores de la bancada oficialista de escindirse y dejar de apoyar al gobierno en la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral. Otra, la iniciativa de un grupo de dirigentes cercanos a Correa de quitarle a Moreno el cargo de presidente de Alianza País, una decisión que fue votada por el partido y revertida después por la Justicia.

Esta confrontación, en la que Correa acusa a su sucesor de haberse apartado de su Revolución Ciudadana, su proyecto político, se reaviva a partir de mañana con la llegada a Ecuador del ex presidente. Desde julio Correa vive con su familia en Bélgica, el país de procedencia de su esposa, y tiene previsto quedarse en Ecuador diez días en este viaje.

Uno de los dirigentes que se distanciaron de Moreno, el ex canciller Ricardo Patiño, solicitó a Correa que volviera al país para asesorar a sus seguidores en la formación de una nueva organización política. Una integrante del mismo bando, Gabriela Rivadeneira, secretaria ejecutiva de Alianza País, convocó una convención nacional para el 3 de diciembre, para que coincida con la presencia del ex presidente en el país, informó la agencia de noticias Efe. Pero los partidarios de Moreno afirman que sólo él, en su calidad de presidente del partido, puede convocar una convención nacional. A su vez, Moreno llamó a una reunión extraordinaria de Alianza País en Guayaquil, que tendría lugar anoche. En ese encuentro se trataría, entre otros puntos, la consulta popular no vinculante que impulsa Moreno para recoger las opiniones de la ciudadanía en distintos temas. Los partidarios de Correa cuestionan algunas de las preguntas incluidas en esa votación. En particular, una que apunta a terminar con la reelección indefinida en altos cargos de gobierno, iniciativa que asocian con una intención de frenar un eventual regreso del ex presidente al gobierno.

Ayer Correa fue claro sobre sus motivos para volver al país. Según informó Efe, el ex presidente dijo que Moreno “ha cumplido cero del programa de gobierno aprobado en las urnas” y que frente a esta “traición” es necesario “expulsarlo del movimiento y ratificar a Ricardo Patiño en la presidencia” de Alianza País. “Para eso hemos organizado la séptima convención, y para darle impulso mis compañeros me pidieron que regresara”, afirmó.