Ratko Mladic, apodado el “carnicero de Bosnia”, fue condenado a cadena perpetua como responsable por la muerte de más de 8.000 hombres y niños en la masacre de Srebrenica. Fue declarado culpable por diez de los 11 cargos en su contra, que incluyen genocidio y crímenes de lesa humanidad, por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En su fallo, el tribunal indicó que Mladic “compartía la intención” y el “objetivo criminal” del presidente de la autodenominada República Srpska, Radovan Karadzic, de exterminar a los musulmanes en Bosnia. En 2016, Karadzic fue condenado a 40 años de prisión.

La masacre de Srebrenica buscaba “eliminar” a un “grupo emblemático” de la población bosnia musulmana: “Los hombres prisioneros, tanto militares como civiles, jóvenes como mayores” a quienes las fuerzas de la República Srpska “deliberada y metódicamente eliminaron, únicamente en razón de su identidad”, afirma el fallo.

Mladic comandó el VRS, el Ejército de la República Srpska, las fuerzas serbobosnias, y es considerado uno de los generales más despiadados de la guerra de Bosnia. Bajo su dirección, esta fuerza sitió durante 44 meses, entre 1992 y 1996, la ciudad de Sarajevo, el asedio más prolongado en la historia de la guerra moderna, durante el que se estima que murieron más de 12.000 personas y que la población de la ciudad se redujo a casi la mitad.

El genocidio de los bosnios musulmanes se produjo en el marco de los conflictos en los Balcanes que se sucedieron después de la disolución de Yugoslavia y la declaración de independencia de Bosnia-Herzegovina –apoyada por Croacia–, cuya población empezó a ser perseguida por el Ejército de la República Srpska y lo que quedaba del Ejército yugoslavo. Estas tropas llevaron adelante lo que consideraban una “limpieza étnica” con el objetivo de erradicar a los bosnios musulmanes, y como parte de ese plan sitiaron Sarajevo y tomaron Srebrenica, en 1995, pese a la defensa de los cascos azules de la ONU, que habían declarado a esa ciudad área segura. Fue durante esa toma que aislaron a los hombres de esa ciudad y las vecinas para asesinarlos, con el objetivo de que la población musulmana no tendría descendencia.

Después de la violación del área segura defendida por la ONU, en agosto de 1995 intervino la OTAN, que mantuvo enfrentamientos con el Ejército de la República Srpska durante tres meses hasta que las fuerzas serbobosnias pidieron la paz, que se acordó en diciembre de ese mismo año.

En 1993 la ONU decidió crear el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia para que juzgara los delitos cometidos en este contexto.

Ayer los familiares de las víctimas celebraron la condena dictada por este tribunal para Mladic. La lectura del fallo estuvo a cargo de uno de los magistrados del tribunal, Alphons Orie. Fue suspendida durante 40 minutos por una “crisis de hipertensión” de Mladic. Cuando se retomó la lectura, Mladic insultó en serbio al juez, por lo que fue retirado de la sala.