El sitio web más visitado del mundo, Google, se unió esta semana a otras plataformas virtuales que tomaron medidas para luchar contra las llamadas “campañas de desinformación” que, según investigaciones realizadas en Estados Unidos, tienen sus orígenes en Rusia.

Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Alphabet, el conglomerado de empresas al que pertenece el buscador, dijo el sábado en una jornada sobre ciberseguridad que la empresa quiere frenar la difusión de noticias falsas, y especialmente “contener” a dos medios rusos estatales: el canal Russia Today (RT) y la agencia Sputnik. “Si siguen desinformando va a ser peor. No queremos llegar a prohibir estos sitios, no es nuestra manera de funcionar”, advirtió el ejecutivo, quien aclaró que están diametralmente en contra de la “censura”.

Google diseñará algoritmos para disminuir su visibilidad en sus motores de búsqueda porque considera que ambos medios “normalmente buscan ampliar el calado del mensaje con información reiterativa, explosiva, falsa o negativa”, dijo Schmidt. “Somos conscientes del problema y estamos trabajando para detectar cómo bajar la valoración de este tipo de medios en los resultados de búsqueda”, agregó, sin precisar cuándo serán efectivos los cambios.

En respuesta, Rusia amenazó con prohibir la publicidad difundida por Google en su territorio. “A nosotros también nos preocupa el contenido peligroso para los ciudadanos de Rusia. Y si no podemos acordar con Google sobre cómo impedirlo, prohibamos toda esa publicidad mediante una ley”, dijo ayer el vicepresidente de la Cámara de Representantes rusa, Alexéi Tolstoi. El diputado aseguró además que la empresa estadounidense gana 34.000 millones de dólares anuales en su país, una cantidad que “quizás no sea importante para Google”, pero que valía la pena resaltar porque “cuando se trata de dinero, nuestros colegas modifican enseguida sus prioridades”.

En tanto, la jefa de redacción de RT, Margarita Simonyan, dijo en un comunicado que Google “desafía toda lógica y razón”, porque considera que “los hechos no están permitidos si provienen de RT por culpa de Rusia, incluso si hay registros de que Google dijo ante el Congreso [estadounidense] que no han encontrado manipulación de su plataforma o violaciones a su política” por parte del canal ruso.

Tanto RT como Sputnik se encuentran en medio de la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca. La semana pasada, el Departamento de Justicia de Estados Unidos exigió a los dos medios que se registren como agentes extranjeros, lo que supone que operan en defensa de los intereses de otro país. Moscú consideró esta exigencia como un “golpe a la libertad de expresión” y aprobó una ley que obliga a los medios de otros países que trabajan en Rusia a registrarse como agentes extranjeros.

Google ya había adoptado otra medida hace unas semanas al eliminar la posibilidad de comprar anuncios para promocionar los contenidos que, de alguna manera, “desinforman”. Por su parte, Facebook comenzó a revelar el origen de los anuncios de estos medios en su plataforma, que apuntan directamente a agencias rusas, y Twitter impide que compren anuncios.