Con una carta publicada en el diario Folha de São Paulo, el presentador de televisión de la cadena O Globo Luciano Huck comunicó que no se presentará a las elecciones presidenciales de 2018. Distintos partidos tentaban a Huck porque es una figura popular que durante más de 20 años ha trabajado en el mundo del espectáculo –ha sido comparado con Marcelo Tinelli–, sin vincularse con el de la política, que está desgastado por la falta de confianza y los escándalos de corrupción.

En su carta, Huck se compara con Ulises, el protagonista de La odisea, y dice que resistió la “seducción de las sirenas” con el apoyo de su “tripulación”, que “se esforzó en no permitir” que se “dejara llevar por los sonidos de los llamados casi irresistibles”. Su tripulación –su familia y amigos más próximos– fueron “unánimes” en decirle que es fundamental formar parte de un movimiento para la renovación de la política brasileña, pero “de ahí a postularse a la presidencia hay una distancia mayor que la de los océanos” que enfrenta Ulises.

“El momento de total frustración con la clase política y con las opciones que se presentan en el panorama para la sucesión llevó a mi nombre a un lugar central en la discusión sobre el cargo más importante en la conducción del país”, reconoce Huck, y agrega: “seré más útil y fuerte para ayudar a mi país y a nuestro pueblo a avanzar hacia un lugar más digno ocupando otras posiciones”. Sin embargo, Huck no se propone para ocupar ningún cargo, sino que va a trabajar “para estructurar” junto a otras personas “un proyecto de país para Brasil”.

La aprobación de Huck había aumentado de 17% a 60% desde setiembre y contaba con una intención de voto de 5%, que lo situaba lejos de quien encabeza todas las encuestas, Luiz Inácio Lula da Silva. El ex presidente dijo la semana pasada, en referencia a Huck, que le gustaría competir “con alguien con el logotipo de la O Globo en la frente”.

Lula es seguido en las encuestas por el ex capitán del Ejército y actual diputado Jair Bolsonaro, que durante el fin de semana, en un evento de la revista Veja, dio una muestra de sus posturas políticas al opinar que “policía que no mata no es policía”.

Bolsonaro dijo también que los policías deberían enfrentar menos investigaciones sobre su actuación en las calles que las que actualmente enfrentan, y afirmó que el mejor presidente de Brasil fue Emílio Garrastazu Médici, quien dirigió la dictadura brasileña durante los años en los que hubo más represión.