El jefe político del movimiento islamista Hamas, Ismail Haniye, llamó a los palestinos a comenzar hoy la tercera intifada, la de la “liberación de Jerusalén”, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a esa ciudad como capital de Israel. Mientras tanto, el gobierno israelí celebró el reconocimiento estadounidense y ya adelantó que “otros países” podrían seguir el “ejemplo” de Trump.

“Mañana, viernes 8 de diciembre, será un día de ira y el comienzo de una nueva intifada llamada ‘la liberación de Jerusalén’”, anunció ayer Haniye en una conferencia de prensa en Gaza, donde también aseguró que desde la dirección del movimiento ya dieron “instrucciones” para que “estén completamente listos a nuevas órdenes que se podrían dar para enfrentar este peligro estratégico”.

El llamado del dirigente de Hamas llega un día después de que Trump ignoró todos los acuerdos internacionales y reconoció a Jerusalén como capital israelí, a la vez que anunció su intención de trasladar la embajada estadounidense a esa ciudad. De acuerdo con Haniye, el gesto del presidente estadounidense marcó “el final de una fase política” y “un punto de inflexión histórico para la causa palestina”. El dirigente palestino también advirtió que Trump “se arrepentirá” de la decisión y aseguró: “Jerusalén unida es árabe y musulmana, y seguirá siendo la capital de Palestina, de toda Palestina”.

Finalmente, convocó a una reunión entre todas las partes palestinas para discutir sobre la situación y acordar las medidas políticas a seguir para rechazar “el nuevo complot en Jerusalén y Palestina”, declaró.

La llamada a la tercera intifada –a dos días de que se cumplan 30 años del inicio de la primera– se produjo en medio de un paro general y manifestaciones en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, convocados por facciones islámicas y laicas palestinas.

Con un discurso similar al de Hamas, el primer ministro palestino, Rami Hamdala, que ayer viajó de Cisjordania a Gaza, insistió en otra conferencia de prensa en que “Jerusalén es la capital de Palestina”, algo que, a su juicio, es más importante que “cualquier acción o decisión” que se pueda tomar desde Estados Unidos. Además, aseguró que los palestinos se “opondrán” a la medida de Trump “con unidad nacional”.

Del otro lado de la frontera, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que ya está en contacto con otros países que, al igual que Estados Unidos, reconocerán a Jerusalén como capital de Israel. “Me gustaría anunciar que ya estamos en contacto con otros países que emitirán un reconocimiento similar”, dijo el gobernante en una declaración desde el Ministerio de Relaciones Exteriores. Agregó: “Muchos otros países van a mover sus embajadas a Jerusalén”.

Según confirmó una fuente militar a la agencia de noticias Efe, las reacciones de los palestinos obligaron al Ejército israelí a reforzar ayer la seguridad en Cisjordania. Unas horas después de la declaración de Hamas, el Ejército de Israel informó sobre el lanzamiento de dos proyectiles desde la Franja de Gaza hacia su territorio, si bien precisó que los artefactos cayeron en el interior de la Franja, sin llegar a traspasar la frontera. En respuesta, el Ejército israelí atacó lo que definió como “dos puestos militares” en Gaza y recordó que “responsabiliza a Hamas de la actividad hostil perpetrada” contra Israel desde la franja.