Sobre fin de año apareció una colección de cuentos impactante: Cuando eso acecha, debut de Andrea Arismende Miraballes (Irrupciones). Siete relatos breves y uno más extenso, “Memoria de una ciudad donde no pasó la guerra”, una distopía ruinosa que Gustavo Espinosa emparenta en el prólogo con Kafka y el Levrero de La ciudad. En el resto, terror sordo, pero no inercial. Por ejemplo, el cuento que da nombre al libro, el más corto de todos, juega con la recurrencia de los zombis, pero aclara en la primera frase: “Mis sueños son tópicos. Pueden ser tópicos cinematográficos o literarios, lo mismo da”. “Ferrada”, el cuento que abre el libro, es todo un estudio sobre los mecanismos que llevan a la víctima a convertirse en victimario.