La Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que reúne a 57 países de mayoría musulmana, hizo ayer un llamado a que los estados reconozcan a Jerusalén Este, la zona árabe de la ciudad, como capital de un Estado palestino. De este modo respondieron al reconocimiento que hizo Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel (sin aclarar en este caso si se refería a toda la ciudad o a un área específica) y de que trasladará allí su embajada.

Fue esa declaración del presidente Donald Trump la que motivó la reunión que ayer mantuvo la OCI en Estambul, en la que participaron delegados de más de 40 de sus integrantes. Esta organización emitió una declaración en la que sus miembros reafirmaron su compromiso con una solución de dos estados, “con Jerusalén Este como capital de Palestina, acorde con las normas reconocidas internacionalmente”.

Agregaron que el gobierno de Estados Unidos se retiró de “su papel como patrocinador de la paz” con la decisión que tomó, y le atribuyeron la “plena responsabilidad de todas las consecuencias de su decisión ilegal”. Manifestaron que Estados Unidos anima de este modo a Israel “a continuar con sus políticas de colonialismo, asentamientos y apartheid”, según citó la agencia de noticias Efe.

Por su parte, de acuerdo con esa agencia, la delegación palestina en la Organización de las Naciones Unidas se propone impulsar en el Consejo de Seguridad una resolución contra la decisión estadounidense. Además, el presidente palestino, Mahmud Abbas, declaró que el reconocimiento que hizo Estados Unidos tiene como consecuencia la caída de acuerdos internacionales: “La decisión sobre Jerusalén nos libera de todo acuerdo que hayamos firmado. Por ejemplo, los Acuerdos de Oslo. Ya no son vinculantes para nosotros. Ya no estamos comprometidos con ningún acuerdo, desde el de Oslo hasta hoy”.