Esta semana el presidente estadounidense, Donald Trump, hizo otro esfuerzo por dejar atrás las políticas de la administración de Barack Obama y revocó una norma que permitía a los estudiantes transexuales elegir el baño y el vestuario de los centros educativos según su identidad de género. La norma de Obama tuvo escasas oportunidades de ser aplicada: fue aprobada en mayo de 2016 y suspendida por la Justicia tres meses después.

Ahora, autoridades locales y las propias escuelas y liceos tienen la potestad de decidir si los alumnos pueden elegir según su identidad o deben usar las instalaciones que correspondan con el sexo que consta en su certificado de nacimiento.

El gobierno argumentó que la norma anterior había creado confusión porque enfrenta acciones judiciales en distintos tribunales del país, que causaron su suspensión. Además, manifestó que “debe tenerse debidamente en cuenta el papel de los estados y los distritos escolares en el establecimiento de la política educativa”, según una carta que el Departamento de Justicia y el de Educación enviaron a escuelas y liceos.

Desde ámbitos políticos surgieron de inmediato reacciones de rechazo a la decisión de Trump. “Retirar la histórica norma del gobierno de Obama para proteger a los estudiantes transexuales es un duro golpe para un grupo de jóvenes que ya de por sí son vulnerables”, dijo Nancy Pelosi, la líder de la bancada del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes. También organizaciones sociales criticaron la política del actual presidente.

Normas similares a la que aprobó Trump pero aplicadas a los baños públicos fueron promovidas en varios estados gobernados por conservadores, como Carolina del Norte y Texas. En el caso de los baños y vestuarios de centros educativos, fueron 13 los estados que recurrieron a la Justicia porque se oponían a aplicarla.

Como la norma de Obama estaba suspendida, no se sentirán de inmediato los efectos de su derogación. Sin embargo, hasta que Trump firmó el decreto, el Estado apoyaba el reclamo de un adolescente trans de Virginia, Gavin Grimm, contra su liceo, que lo obligaba a usar el baño de mujeres porque en su partida de nacimiento consta que su sexo es femenino. Según informó la agencia de noticias Efe, a partir del cambio normativo, el gobierno le retiró el apoyo a Grimm en su acción legal. Está previsto que este caso sea tratado en marzo por la Suprema Corte.