El Centro Democrático, el partido del senador y ex presidente Álvaro Uribe, pidió que se hagan ajustes al acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al que se opone en solitario. Su intención es que esos ajustes se apliquen durante su implementación.

Uribe dijo que si su partido gana las elecciones de 2018 no va a proponer eliminar el acuerdo, sino que “luchará” para modificarlo. En una publicación que dio a conocer en Twitter, el ex presidente dijo que mantendría la desmovilización, la política de reintegrar a la sociedad a los combatientes que no ocuparan cargos jerárquicos, así como las indemnizaciones a las víctimas del conflicto. Sin embargo, agregó que “hay reparos muy importantes”, sobre todo contra la justicia transicional dispuesta en el acuerdo de paz. En particular se refiere a que sus fallos no puedan ser revisados por la Justicia ordinaria, ni siquiera por la Corte Suprema de Justicia. Además, reiteró su rechazo a que el narcotráfico sea considerado un delito conexo al político, y volvió a reclamar que se endurezcan las penas para los responsables de delitos contra la humanidad. Además, Uribe sostiene que durante el proceso de aprobación del acuerdo de paz existieron irregularidades, como el método conocido como fast-track, que permite que las reformas sean aprobadas con trámites legislativos más ágiles, y “el desconocimiento del plebiscito” que rechazó un primer acuerdo de paz.

Humberto de la Calle, que fue el jefe negociador por el gobierno en este proceso, dijo que “dar marcha atrás genera un riesgo real y un incumplimiento de un deber moral del Estado colombiano de cumplir lo pactado”. En respuesta, Uribe dijo que “el gobierno y sus asesores, tan temerosos de las FARC como de [el presidente venezolano, Nicolás] Maduro, en lugar de introducir ajustes, de aceptar reclamos lógicos, pretenden crear pánico”. En su documento, Uribe concluyó: “El Centro Democrático no propondrá revocar los acuerdos con FARC, pero luchará para introducir los ajustes que taponen el camino castro-chavista”.

Además, Uribe también se pronunció en contra de las negociaciones de paz que el gobierno de Juan Manuel Santos mantiene con otra guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Al salir del hospital, donde se sometió a una operación de próstata, ayer, pidió que los diálogos sean suspendidos hasta que el ELN cumpla con el “cese total de actividades criminales”. Estas declaraciones llegaron después de que se atribuyeran a esta guerrilla el atentado con bomba del domingo en Bogotá y varios ataques contra un oleoducto de una petrolera estatal.