Días atrás, los estudios de opinión daban una ventaja mínima al opositor Guillermo Lasso, pero en la última semana esa tendencia cambió: Moreno está creciendo en las encuestas y podría ganar en la segunda vuelta. Las nuevas encuestas de Market, CMS y Cedatos le atribuyen al candidato oficialista cerca de 52% de los votos dirigidos a uno de los dos candidatos -excluyen los votos en blanco o anulados- y a Lasso el 48% restante. Otra consultora, Perfiles de Opinión, le otorga a Moreno una victoria más abultada: 57,6% frente a 42,4% de Lasso. Las anteriores encuestas de Perfiles de Opinión y de CMS ya le daban la victoria a Moreno; sin embargo, la de Cedatos se la atribuía a Lasso, por lo que esa firma había sido acusada por el oficialismo de falsear datos.

Las encuestas publicadas esta semana son las últimas que se pueden difundir antes de la segunda vuelta, según las normas electorales ecuatorianas. Por lo tanto, no habrá una “medición” del impacto que tendrá este domingo la única instancia mediática en la que coincidirán ambos candidatos. No se tratará de un debate, sino de un “diálogo” convocado por organizaciones civiles lideradas por la Red de Maestros. En ese encuentro, cada candidato tendrá siete minutos para responder a preguntas sobre distintos temas, pero no habrá réplicas ni intercambio entre ellos.

Tema de campaña

La corrupción se convirtió en el tema dominante en estos últimos días de campaña, durante los cuales la Fiscalía de Ecuador está intentando alcanzar un acuerdo con la constructora brasileña Odebrecht para juzgar a quienes hayan recibido sobornos de esa empresa. El presidente, Rafael Correa, dijo el fin de semana en un encuentro con periodistas que, a cambio de colaborar con la Justicia, Odebrecht pide condiciones “imposibles” que sí fueron aceptadas en Brasil. Según Correa, Odebrecht pide la “garantía” de que no será juzgada, que no se investiguen los contratos que no estén incluidos en sus revelaciones y que pueda seguir trabajando en el país, “cosas realmente inadmisibles”, consideró. El presidente reiteró que mientras él ocupe el cargo Odebrecht “no vuelve a pisar” Ecuador.

Correa dijo que esta falta de acuerdo entre la Fiscalía y la empresa se mantiene desde hace tiempo -pese a lo cual continúan negociando-, pero que volvía a hablar de esto porque la oposición quiere utilizar este caso a su favor, “en su desesperación”, porque Moreno está creciendo en las encuestas. “La bomba la próxima semana será que obtuvieron la lista Odebrecht y la van a filtrar desde Miami. Están desesperados por la derrota que les espera el 2 de abril”, aseguró. “En esa revelación participarán centrales de inteligencia que no nos quieren mucho”, agregó.

La oposición no divulgó la lista, pero Lasso anunció el martes que, si es electo, en el primer mes de su mandato publicará los nombres de los funcionarios que hayan sido sobornados por Odebrecht. “Es un atentado a la moral pública negarse a entregar esa información”, aseguró. El candidato conservador volvió a acusar a Correa de estar “negociando para que la lista sea corta y saquen a unos y dejen a otros”.

Si bien Lasso ha utilizado este caso de corrupción en la campaña, él también está involucrado, según algunos medios, en prácticas turbias en el marco de las cuales podría haber cometido delitos. El diario argentino Página 12 informó la semana pasada, en base a documentos a los que accedió, que el banquero tiene hasta 49 empresas offshore en distintos países, entre ellos Panamá. Lasso ya había sido vinculado a empresas de este tipo el año pasado cuando trascendió el caso de los Panama Papers. Según el diario argentino, Lasso utilizó empresas fantasma para una fuga de capitales obtenidos en Ecuador y para prestarse dinero a sí mismo, lo que constituye el delito de peculado en la legislación ecuatoriana.

Correa dijo la semana pasada, en una entrevista, que el Servicio de Rentas Internas está investigando si Lasso realizó actividades ilegales con sus empresas offshore. También aseguró que el candidato propone crear zonas francas en Ecuador con el objetivo de traer al país el dinero que tiene depositado en el extranjero “exonerado de impuestos” y poder retirarlo ante “el primer estornudo” de la economía del país.