Los sindicatos de profesores de Argentina decidieron llevar adelante un paro nacional hoy y mañana, en coincidencia con el inicio de clases, luego de que se frustraran varias negociaciones con las autoridades nacionales y provinciales, a las que reclaman aumentos salariales de 35%. Los docentes sostienen que ese incremento es necesario para cubrir la inflación que se registra en el país este año y la pérdida de poder adquisitivo que tuvo su salario desde 2016. Los representantes sindicales no lograron llegar a un acuerdo con el gobierno del presidente Mauricio Macri, que impuso 18% como aumento máximo.

En total, 21 de las 23 provincias argentinas se adhirieron al paro. En la provincia de Buenos Aires, que concentra más de 37% de los alumnos del país, los gremios decidieron que iban a parar minutos después de escuchar la oferta de la gobernadora María Eugenia Vidal. Esta propuesta incluía un aumento acorde al ritmo de la inflación y el pago de un “adelanto” no remunerativo -de entre 50 y 130 dólares, según el salario- antes del miércoles 15. A cambio, Vidal pedía a los seis sindicatos docentes de esta provincia llegar a un acuerdo que permitiera comenzar con normalidad el año lectivo. El viernes, la tensión entre las dos partes aumentó cuando el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, dictó la conciliación obligatoria en el conflicto, una medida que los sindicatos no acataron.

En otras provincias, como Misiones y Tucumán, hubo acuerdo, pero los gremios igual se sumaron al paro. En el resto, las ofertas de aumento rondaron el 18% y fueron rechazadas por los representantes gremiales. En otros casos, se decidió extender el paro por el resto de la semana. Los docentes de Entre Ríos, por ejemplo, decidieron que las clases recién empezarán el lunes 13, y sólo si hay acuerdo.

Sólo en dos provincias los sindicatos lograron pactar con los gobiernos provinciales y hoy abren las puertas de sus centros educativos. Se trata de Santiago del Estero, donde se acordó que el salario docente subirá 20% y se blanquearán varios componentes del sueldo que hasta ahora se pagaban en negro, y San Luis, cuyo gobierno acordó aumentos de entre 38% y 60,7%.

El conflicto con los docentes comenzó hace un mes, cuando el gobierno de Macri anunció que este año no habilitaría la paritaria nacional, una instancia en la que el gobierno y los sindicatos con representación nacional definían el salario inicial docente, algo que servía como base para la negociación en las provincias. El presidente defendió la medida argumentando que la negociación nacional es “innecesaria” desde que el año pasado se fijó un mecanismo para la actualización automática del sueldo docente. Para los sindicatos de la educación, es “ilegal” saltearse ese proceso.

Roberto Baradel, líder del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación en Buenos Aires, confirmó el sábado que mañana se van a reunir todos los gremios docentes bonaerenses para discutir cómo sigue la lucha por la paritaria y aseguró que se van a “presentar” cuando el gobierno los convoque nuevamente al diálogo. Agregó: “A lo que no vamos a ir es a la conciliación obligatoria”.