Las elecciones holandesas eran consideradas definitorias no sólo en Holanda sino en toda la Unión Europea, que seguía de cerca el resultado del ultraderechista PVV. Según las dos encuestas a boca de urna que fueron publicadas ayer -y cuyos resultados son idénticos-, este partido, que aboga por que Holanda deje el bloque regional, obtuvo 19 de los 150 escaños del Parlamento. Quedó lejos de los 24 que le auguraban los sondeos más favorables y de los 16 que le atribuían otros.

Por su parte, el VVD logró un resultado mejor que el previsto por las encuestas previas a las elecciones: 31 bancas, en lugar de 27. Sin embargo, el oficialismo perdió diez diputados. Su caída quedó disimulada por la de uno de sus principales socios de la coalición de gobierno, el socialdemócrata Partido del Trabajo, que perdió 29 escaños y pasó de una bancada de 38 integrantes a otra de nueve. Su líder, Lodewijk Asscher, reconoció entre lágrimas los resultados y prometió que seguirá liderando el partido.

Los sondeos a boca de urna indicaban también que, en términos generales, los partidos que integran la coalición de gobierno perdieron votos. En cambio, son varias las organizaciones políticas que crecieron en estas elecciones y que pasaron de tener bancadas con menos de diez integrantes a contar con más de 15. Un ejemplo de esos partidos es la Izquierda Verde (GroenLinks), que pasó de cuatro a 16 diputados.

El nuevo Parlamento contará con 13 partidos y estará más fragmentado (hasta ahora tenía diez): el VVD con 31 bancas, tres partidos con 19 (entre ellos el PVV), Izquierda Verde con 16 y el Partido del Trabajo con nueve, seguidos por otros seis partidos que tienen bancadas de menos de seis integrantes, si los resultados oficiales coinciden con las encuestas. La caída del Partido del Trabajo llevará al VVD a buscar nuevos aliados para conformar una alianza de gobierno en el Parlamento que le permita a Rutte mantenerse en el cargo de primer ministro. Las elecciones contaron con una participación superior a 80%, un porcentaje considerado elevado en comparación con los de elecciones anteriores.

La publicación de los sondeos generó las primeras reacciones de los dirigentes políticos. Wilders agradeció a sus votantes y celebró que su representación parlamentaria haya aumentado. “Rutte no se ha liberado de mí”, dijo en Twitter.

Otra reacción fue la del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que celebró que Holanda haya elegido votar “por Europa y contra el extremismo”, y felicitó a Rutte por su “clara victoria”, según el portavoz del jerarca europeo, Margaritis Schinas.

El primer ministro festejó en el búnker del VVD el triunfo electoral, y en particular celebró haber derrotado al “populismo erróneo” de Wilders.