La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, informó que Venezuela comenzará hoy las gestiones para salir de la Organización de Estados Americanos (OEA) porque no quiere formar parte de un organismo en el que “se pretenda posicionar el intervencionismo y el injerencismo” de un grupo de países “que sólo buscan perturbar la estabilidad y la paz” en Venezuela.

El gobierno de Nicolás Maduro ya había anunciado que dejaría la OEA si su Consejo Permanente resolvía convocar a un encuentro de cancilleres para analizar la situación política de su país. El Consejo se reunió ayer y votó, por 19 votos a favor y diez en contra, convocar a esa reunión, con fecha aún por definir. Entre quienes votaron a favor estuvieron Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, así como Perú, México y Estados Unidos.

Rodríguez dijo que el procedimiento no es coyuntural sino que “tiene que ver con la dignidad” del “pueblo” venezolano y con “la doctrina bolivariana, que promueve el no intervencionismo, que defiende la igualdad soberana de los estados, el multilateralismo en igualdad jurídica”. Además, acusó a los países que respaldaron la sesión de cancilleres de ser “mercenarios” y haber promovido “la ola de violencia” en Venezuela, en referencia a las manifestaciones de las últimas semanas en el marco de las cuales murieron 29 personas. “La historia se encargará de juzgarlos”, agregó.

Ningún país ha recurrido al procedimiento previsto en el estatuto de la OEA para abandonar el organismo. La salida se concreta dos años después de que un Estado miembro presente una notificación, lo que el gobierno venezolano preveía hacer hoy. El país que inicie ese procedimiento “quedará desligado de la OEA después de haber cumplido con las obligaciones”, entre ellas las económicas, indican los estatutos de la organización. Según la agencia de noticias Efe, antes de poder salir del bloque Venezuela deberá pagar una deuda de casi nueve millones de dólares.