Decenas de miles de cariocas marcharon ayer exigiendo la renuncia de Michel Temer y la convocatoria a elecciones directas para elegir a su sustituto. Sin embargo, en el Congreso la mayoría de los partidos rechazan esa opción y se inclinan por que las elecciones sean indirectas. Mientras tanto, Temer adopta medidas dirigidas a mantenerse en el cargo, tanto en el gabinete como en los medios de comunicación.

Según las normas brasileñas, si la presidencia y la vicepresidencia quedan vacantes durante los dos últimos años de mandato es el Congreso el que debe elegir a los sustitutos para ambos cargos. Desde las elecciones de 2014, el actual Congreso ha sido centro de polémica, primero porque era el más conservador desde la dictadura y después por la cantidad de diputados y senadores investigados por corrupción, a los que se sumaron otros que fueron mencionados en las confesiones de decenas de empresarios y políticos involucrados en el esquema de corrupción de Petrobras. Los diputados y senadores investigados son mayoría en ambas cámaras, y en algunas de las causas incluso se intenta verificar si sus votos en el Congreso respondieron al pago de sobornos.

La oposición busca evitar que este Congreso, que destituyó a Dilma Rousseff, sea el que elija al nuevo presidente. Para eso promovió dos enmiendas constitucionales, una en cada cámara, para convocar a elecciones directas si Temer es destituido. Pero la mayoría de los parlamentarios rechaza está propuesta. Para que una enmienda constitucional sea aprobada debe contar con los votos de 60% de los integrantes de cada cámara. Se oponen tanto el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, al que pertenece Temer, como el de la Social Democracia Brasileña. Estos dos partidos están entre los tres más grandes en ambas cámaras -el otro es el Partido de los Trabajadores (PT)-. El contrapeso que puedan suponer en el Congreso el PT y otras organizaciones de izquierda -como los partidos Comunista o Socialismo y Libertad- no será suficiente para aprobar estas enmiendas.

“El país está en una crisis política y económica. ¿A usted le parece que Brasil aguanta hacer unas elecciones para cumplir un mandato de poco más de un año? No tiene sentido”, dijo el diputado José Rocha, líder de la bancada del Partido de la República, oficialista, al diario Folha de São Paulo.

Sin embargo, la izquierda insiste con su iniciativa de elecciones directas. “No es momento para que una elite se reúna a las escondidas para buscar una solución para Brasil. Queremos un presidente legítimo electo por el pueblo brasileño”, dijo el titular del Partido Democrático Laborista, Carlos Lupi, en un video en el que convocaba a la movilización de ayer en Río de Janeiro, en la que se reclamaba la renuncia de Temer y la convocatoria a elecciones.

Con la presencia de varios artistas, ayer fue un día de movilización en la playa Copacabana en la cual participaron decenas de miles de personas, según los organizadores. El encuentro fue convocado por los frentes Pueblo Sin Miedo y Brasil Popular, que aglutinan a organizaciones y partidos de izquierda. Varios políticos estuvieron presentes, algunos de los cuales criticaron al presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, por no someter a votación ninguno de los más de diez pedidos de juicio político presentados contra Temer.

Mientras tanto, el presidente hace todo lo posible por mantenerse en su cargo. Ayer hizo un cambio en el gabinete: sustituyó al ministro de Justicia, Osmar Serraglio, por el titular de la Secretaría de Transparencia, Torquato Jardim. El gobierno no dio a conocer los motivos del cambio, pero la cadena O Globo señaló que este conviene a Temer por dos razones. Por un lado, Serraglio es investigado por el esquema de corrupción que permitió que frigoríficos vendieran carne en mal estado, dentro y fuera de Brasil. Por otro, tiene el efecto automático de que Serraglio vuelve a su banca de diputado, y aleja de esta a Rodrigo Rocha Loures, su suplente.

Rocha Loures aparece involucrado junto con Temer en las grabaciones del empresario Joesley Batista. En una de estas, Batista le dice a Temer que necesita un favor y el presidente le dice que se comunique con ese dirigente. Un video muestra que pocos días después Rocha Loures recibe una maleta llena de dinero de una persona vinculada con la empresa de Batista. Se presume que ese fue un pago a cambio de un favor político. El hasta ahora diputado no ha hecho declaraciones públicas sobre el video o la grabación, y varios diarios brasileños se preguntan si no estará firmando un acuerdo con la Justicia para hacer una confesión que termine de exponer a Temer.

En otra acción de último momento, el presidente publicó una carta abierta en el diario Folha de São Paulo titulada “El camino es el desarrollo”. Allí Temer dice: “Brasil no paró ni va a parar, a pesar de la crisis política por la cual, reconozco, estamos pasando”, y agrega: “Vamos a perseverar en esta travesía. No me desviaré de [el objetivo de] entregar a mi sucesor, en 2019, un país en condiciones mucho mejores del que yo recibí”.