Chamamé es de esas historias sobre buenos y malos en la que no hay buenos, sino sólo desesperados, y que tanto abundan en la literatura argentina reciente. Leonardo El Tigre Oyola es el más destacado exponente de ese nuevo realismo sucio que busca retratar situaciones de marginación y violencia con respetables dosis de entretenimiento.

Acá cuenta lo que ocurre con dos ladrones, Manuel Perro Ovejero y Noé El Pastor. Sí, se trata de un seudosacerdote evangélico que roba, mata, bebe y cita a la Biblia con un ritmo vertiginoso. Se lo imprime la escritura de Oyola, ágil, breve, nerviosa, por momentos poética, que por esta obra se hizo acreedora del premio Dashiell Hammett —el gran referente del hardboiled ya centenario— en la Semana Negra de Gijón. Edita Penguin Random House.