Saif al Islam, el segundo hijo del ex dictador libio Muamar Gadafi, fue liberado el viernes por el grupo armado que lo tenía retenido en el oeste de Libia desde noviembre de 2011, semanas después de la revuelta que derrocó a su padre. Sobre el hijo de Gadafi pesa una condena a muerte de un tribunal de Trípoli y una orden de captura de la Corte Penal Internacional. Pese a esto, muchos creen que su liberación podría despertar sus deseos de volver al poder.

Era el favorito de los nueve hijos de Gadafi, quien poco antes de morir lo había designado su legítimo sucesor. En noviembre de 2011, casi un mes después de que su padre fuera torturado y asesinado a golpes, Saif al Islam fue capturado mientras intentaba escapar del país, en la frontera con Níger, por la milicia Abu Bakr al Siddiq, que opera en la ciudad de Zintan, en el noroeste de Libia. Este grupo confirmó en un comunicado que el hombre, que ahora tiene 44 años, fue liberado el viernes y que, ese mismo día, abandonó la ciudad.

“Hemos decidido liberar a Saif al Islam al Gadafi. Ahora es libre completamente. Confirmamos que abandonó Zintan en el mismo momento de su liberación”, informó la milicia en su nota, sin dar más detalles. La liberación tuvo lugar después de que el Parlamento del este de Libia aprobara una ley de amnistía a su favor.

Libia quedó sumida en la violencia y en una grave crisis política luego de la caída de Gadafi. Desde ese entonces, dos gobiernos se disputan el poder: el del este, liderado por Jalifa Hafter, jefe del Ejército Nacional Libio y que controla más de 60% del país; y el del oeste, el llamado Gobierno de Acuerdo Nacional, respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Se sabe que Saif abandonó Zintan, pero nadie dijo hacia dónde se dirigió, por razones de seguridad. El diario digital Libyan Express publicó que había sido trasladado a la ciudad de Al Baida, sede del gobierno del este, pero la información no fue confirmada por ninguna fuente cercana al recién liberado.

Saif no quiere ser encontrado. A principios de 2011, cuando empezaron a surgir las protestas contra la dictadura de Gadafi, el régimen torturó y reprimió a los manifestantes, dejando un saldo de más de 15.000 muertos. Por esos hechos, la Corte Penal Internacional emitió una orden de captura contra el hijo de Gadafi para juzgarlo por crímenes contra la humanidad. La captura de Saif puso en pausa ese proceso, que ahora podría ser reactivado. Además, en 2015, el hijo del ex gobernante fue condenado a muerte en ausencia por un tribunal de Trípoli (oeste de Libia), acusado de cometer “crímenes de guerra”.

La milicia Abu Bakr al Siddiq no reconoció ninguna de las sentencias y siempre se negó a entregar a Saif tanto a las autoridades locales como al tribunal internacional.

Saif al Islam no desempeñó ningún cargo oficial durante el mandato de su padre –que duró 42 años–, pero su trabajo en el ámbito internacional es considerado la clave de la apertura que tuvo Libia hacia el mundo a partir del año 2000. También se refieren a él como la cara reformista del gobierno de su padre. En total, tres hijos de Gadafi murieron durante la revuelta de 2011. Uno de los sobrevivientes, Saadi Gadafi, todavía es juzgado en Libia por su presunta implicación en la represión y en el asesinato de un ex entrenador de fútbol.