El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró a Italia culpable de tortura por la brutalidad de la represión policial contra los manifestantes antiglobalización en la cumbre del G8 de 2001, durante la cual falleció Carlo Giuliani, de 23 años. El tribunal considera “especialmente grave y cruel” la incursión de policías en la escuela Armando Díaz, en Génova. Tiraron abajo la puerta de entrada con un camión blindado y golpearon a 42 activistas. Según la sentencia, el uso de la fuerza fue “indiscriminado, sistemático y desproporcionado”. La corte concluyó que los manifestantes fueron torturados e instó al gobierno italiano a cambiar las normas que permiten a las fuerzas de seguridad actuar de esta manera.