La Corte Suprema aprobó ayer una versión limitada del veto migratorio que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó en marzo con el fin de prohibir la entrada de ciudadanos de seis países con mayoría de población musulmana –Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen–. La decisión del tribunal implica que el gobierno podrá negar el ingreso al país a “los extranjeros” que no puedan probar que tienen familiares en territorio estadounidense o planes concretos de trabajar o estudiar allí. Esta medida afecta en particular a los refugiados.

Trump dijo que la decisión de la Corte Suprema es “una victoria clara” para la seguridad nacional, de acuerdo al comunicado difundido por la Casa Blanca después del anuncio. “Como presidente, no puedo permitir que entre en nuestro país gente que quiere hacernos daño”, agregó. Todavía no se sabe cuándo empezarán a ponerse en práctica las medidas que fueron autorizadas.