El presidente estadounidense, Donald Trump, se dispone a decidir si retira a su país del Acuerdo Climático de París, firmado por su antecesor, Barack Obama, en 2015, y por casi todos los países del mundo. Entre otras cosas, Trump ha manifestado que el calentamiento global es “un cuento chino” y que el acuerdo da ventajas competitivas a India y China, porque como se industrializaron después que Estados Unidos, tienen menos limitaciones de emisiones contaminantes.

Durante la campaña Trump había prometido que saldría del acuerdo, pero hasta ahora no había avanzado en ese camino. Según la cadena CNN, entre los impulsores de la salida del acuerdo están el jefe de estrategia de Trump, Steve Bannon, y el actual director de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt; mientras tanto, su hija y asesora, Ivanka Trump, le sugirió a su padre que analice las distintas opciones antes de tomar una decisión; por último, el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el ministro de Energía, Rick Perry, están en contra de retirarse del acuerdo.

Entre quienes se pronunciaron a favor de la salida figuran también los fiscales generales de cinco estados que, en una carta pública, pidieron a Trump que abandone el acuerdo y dijeron que hacerlo es dar “un paso muy importante y necesario para revertir las políticas energéticas dañinas y las extralimitaciones del gobierno de Obama” en materia energética.

El tema fue tratado en la reunión del G7 en Sicilia el fin de semana. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo a periodistas que hubo un debate “controvertido” sobre este tema y que los otros líderes mundiales le habían pedido a Trump que se mantuviera dentro del acuerdo climático. Sin embargo, en otra señal de que puede ir a contramano de la mayoría de los gobernantes mundiales, Trump dijo a comienzos de esta semana, en encuentros con varios funcionarios, que quiere cumplir su promesa de retirarse del acuerdo. Ayer, en un tuit, confirmó que habrá un anuncio al respecto “en los próximos días”.

El Acuerdo de París fue el primero sobre cambio climático al que Estados Unidos se plegó, y su salida podría implicar que varios países disminuyan su compromiso en este tema, advirtieron distintos activistas que estuvieron vinculados con el proceso de redacción del acuerdo, en 2015. Además, la salida de uno de los mayores productores de dióxido de carbono hará más difícil que se alcance la meta del Acuerdo de París, que es reducir la emisión de gases contaminantes para evitar que la temperatura del planeta aumente más de dos grados centígrados a fin de siglo, algo que tendría consecuencias catastróficas.

Las señales que ha dado Trump sobre este tema llevaron a que se prendan las alarmas y a que varios líderes mundiales reaccionen de antemano. Por ejemplo, el senador y ex candidato presidencial demócrata Bernie Sanders dijo que sería un “terrible error” que Estados Unidos saliera del Acuerdo de París. Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, opinó que el acuerdo va a sobrevivir sin importar qué país lo abandone, y reafirmó que “el cambio climático es innegable”. Para el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, si Trump decide que Estados Unidos abandone el acuerdo, Europa tiene la “obligación” de enfrentarlo “de igual a igual” y decirle “que así no puede ser”.