El domingo se viralizó en las redes sociales de Arabia Saudita un video de cinco segundos en el que aparece una joven vestida con una minifalda y un top, y el pelo suelto, paseando por la zona histórica y arqueológica de Ushaiqer, ubicada a 200 kilómetros de Riad. La publicación se hizo mediante la cuenta de Twitter de una usuaria identificada como “Modelo Khulood”. Al día siguiente, el Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio de Arabia Saudita pidió en un comunicado que se “tomen las medidas adecuadas” contra la mujer por llevar “ropa indecente” y no tener en cuenta “los principios de la religión islámica y las costumbres” del país. La institución, encargada de hacer respetar las leyes islámicas, aseguró que con ese fin envió una carta al gobernador de la zona y a la Policía local.

Ayer, finalmente, un portavoz de la Policía confirmó que la mujer fue detenida para ser interrogada. Según el vocero, la joven –cuyo nombre no fue revelado– reconoció ser la persona que aparece en el video pero aseguró que en el momento en que fue filmada iba acompañada por un varón. Dijo también que no fue ella quien publicó el video en las redes, y que nunca autorizó su difusión. El caso fue remitido a la Fiscalía, que deberá decidir si mantiene o no en arresto a la joven. La Policía religiosa saudita reconoció que está al tanto del asunto y que ya inició una investigación para “adoptar las medidas necesarias” contra lo que calificó de una “transgresión moral”.

Arabia Saudita ocupa el antepenúltimo puesto en el índice mundial de desigualdad de género de la Organización de las Naciones Unidas. En este país, entre otras cosas, las mujeres –que deben vestir siempre una túnica y el velo islámico– no pueden trabajar, estudiar, alquilar un apartamento, abrir una cuenta bancaria, pasear por la calle o viajar sin el permiso o la compañía de un tutor varón, ya sea este padre, esposo, hermano o incluso hijo.