Representantes de los dos gobiernos paralelos que existen en Libia se reunieron ayer en Francia. Fayed al Serraj, jefe del gobierno de unidad nacional de Libia, y Jalifa Hafter, mariscal que controla el este del país, llegaron a un acuerdo en París invitados por el presidente Emmanuel Macron. Pese a que las firmas de los dos no figuran en el acuerdo, ambos se comprometieron a un alto el fuego –salvo en cuanto al combate con grupos terroristas– y establecieron una hoja de ruta para celebrar elecciones este año.

Macron dijo que con ese acuerdo “la causa de la paz en Libia ha logrado un gran avance”, y agregó: “Los desafíos de esta reconciliación son inmensos tanto para el pueblo libio como para toda la región, y es un proceso esencial también para Europa, porque si no lo conseguimos, el riesgo terrorista y las consecuencias migratorias serán directas para nuestros países”.