Desprogramate, un evento que apunta a un público de jóvenes entre 15 y 25 años interesados en la tecnología, se llevó a cabo ayer en Kibon Avanza, organizado por GeneXus, una empresa desarrolladora de software. Reunió a casi 1.000 personas para disfrutar de espectáculos musicales y escuchar a nueve expositores que tocaron la consigna “Aprendé. Trabajá. Emprendé”.

“La idea de este evento muy descontracturado es enfocarse en ese público joven, motivarlos para que sigan estudiando sobre tecnología y que emprendan sus propios proyectos”, detalló a la diaria Jaime Zilberberg, organizador del evento. La elección de los oradores se relaciona con la consigna de este año, explicó Zilberberg, quien fue el último en tomar la palabra. El encargado de abrir la noche fue Gastón Milano, gerente de investigación y desarrollo en Genexus, que propuso a los participantes pensar qué se quiere hacer en el futuro. La recomendación de Milano fue “hacer cosas, estudiar y algo más, porque allí surgen ideas relacionadas con problemas reales; si se persiste en esas ideas, se logran cosas”.

También participó Miguel Brechner, presidente del Plan Ceibal, que se focalizó en desarrollar la experiencia “Jóvenes a programar”, una iniciativa que forma a estudiantes y trabajadores; este año llegaron a 1.000 programadores y buscan alcanzar los 8.000 en 2019. Para Brechner: “Lo que más vale hoy es usar la cabeza, y pensar cosas diferentes. Programar es importante porque permite agarrar un problema, separarlo en partes, resolverlas y ver si ya se había usado alguna herramienta parecida en el pasado”.

Otro investigador que participó en Desprogramate fue Fernando Brum, director de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), que comentó sobre las posibilidades de innovar en Uruguay y los organismos que ayudan a los emprendedores. Mencionó dos programas de la ANII: por un lado, la Validación de Ideas de Negocios, en el que “se debe presentar un perfil de la idea y se recibe la respuesta para realizar encuestas o focus group con el fin de demostrar que la idea es necesaria en el mercado” y, por otra parte, el “Capital Semilla” de 25.000 dólares, que se otorga cuando “hay un pequeño plan de negocios y voluntad de hacer las cosas”.

Santiago Fernández, director de Orange Attitude - Consultancy & Digital Agency, expuso sobre cómo usar las redes sociales para conseguir empleo y potencializar los perfiles. Recomendó ser auténticos, porque las redes muestran la realidad, construir una marca personal y cuidar las huellas digitales, porque “lo que está en internet queda ahí y es con lo que se van a encontrar las empresas”. Uno de los oradores más esperados fue Martín Olivera, un joven de 26 años “que habiendo nacido en el barrio 40 Semanas entra al centro Los Pinos, aprende Genexus y le cambia la vida, porque empieza a trabajar para el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, crece hasta que termina siendo el responsable de área que realiza los testing de software”, explicó Zilberberg. En su charla, Olivera resaltó la importancia de estudiar y formarse; él hizo el bachillerato tecnológico y ahora está terminando su preparación como tecnólogo en UTU.

También estuvieron Alejandro Martínez y Martín Fagioli, de Tryolabs, una empresa que crea aplicaciones usando inteligencia artificial que trabaja desde Uruguay para Estados Unidos; y Paula Gallotti, gerente de servicios en dVelop, una empresa que ella misma fundó con sus compañeros de tesis y que se encarga de generar software a medida para sus clientes.