Si no fuera porque hay que pagarla, hoy podríamos pensar que la internet es casi como el aire: incorpórea, omnipresente y necesaria para nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la red de redes interconectadas tiene su corporeidad. Y nuestro país acaba de dar un gran paso en su robustecimiento.

Con la presencia de la ministra de Industria y ex presidenta de Antel, Carolina Cosse, y el actual presidente del ente, Andrés Tolosa, el viernes 18 se inauguró en la parada 8 de Playa Brava de Punta del Este el primer cable submarino de Uruguay, que une al distinguido balneario con la ciudad brasileña de Fortaleza. Ese tendido, de una longitud de unos 2.000 kilómetros, continúa luego hacia Boca Ratón, en la Florida de Estados Unidos, lo que permite contar con “un canal propio y directo a internet, una autopista de información fundamental que generará nuevas oportunidades para el desarrollo económico, social y cultural del país”.

Puede sonar un poco rimbombante, pero es así: desde el trabajo hasta el entretenimiento, desde la innovación productiva al dolce far niente, hoy casi todo pasa en algún momento por la autopista de la información digital. Y todo apunta a que cada vez se necesitará más ancho de banda para satisfacer esa demanda creciente del tráfico de datos, tanto de los usuarios como de las industrias de las tecnologías de la información y la comunicación. Para Antel, “en este mundo hiperconectado, donde 99% de las comunicaciones internacionales se transmite por medio de cables submarinos, contar con esta infraestructura es una necesidad estratégica”.

Pero además de satisfacer la demanda local a largo plazo, el tendido de este cable panamericano, que consta de seis fibras ópticas, permitirá que la empresa estatal de telecomunicaciones sea proveedora de internet para todo el mundo, lo que en la práctica se traduce en la posibilidad de venderle banda ancha a nuestro vecino norteño. Antel lo resume así: “El Cable Submarino, el nuevo Data Center, la red de fibra óptica al hogar y la red móvil LTE, posicionan a Antel como el Hub Tecnológico referente en la región”, lo que evalúan como imprescindible para “ofrecer servicios al mercado global”.

Así que cuando un niño o una niña curiosa salga con una pregunta del tipo “¿papá, de dónde viene la internet?”, no hará falta explicar cómo funciona ese complejo sistema de redes. Alcanzará con llevarlo a la parada 8 de la Brava y decirle: “De un cable que pasa por acá y nos conecta derecho con el mundo”.