“Nos quisieron vender gato por liebre, pero no fue gato, fue liebre”, dijo Fernández en un escenario instalado en el Club Atenas de La Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires. La ex presidenta acusó al gobierno de haber “usado la voluntad popular para un spot televisivo” en “horario prime time”, en referencia a las celebraciones de la noche de las PASO, que dieron a entender que el oficialismo había logrado una victoria contundente.

“Tuvimos paciencia”, dijo, y recordó que el gobierno perdió las elecciones en 14 provincias, incluyendo Buenos Aires. Allí, la lista al Senado más votada fue la que encabeza Fernández, aunque el oficialismo obtuvo más votos en las listas de diputados.

La ex presidenta continuó con las críticas al manejo que hizo el gobierno de los datos del escrutinio en la noche de las elecciones y advirtió que es necesario que se hagan cambios para octubre, además de enumerar otro tipo de irregularidades: “Me veo en la obligación de hablar de manipulación no solamente en la información; descubrimos modificaciones y falsificaciones en telegramas, mesas amañadas, presidentes designados a dedo que eran marcadamente simpatizantes del gobierno, la Gendarmería Nacional actuando casi como un fiscal del gobierno...”, denunció Fernández, que no indicó si tomará acciones por estos hechos.

La ex presidenta celebró la victoria en Buenos Aires de la coalición que formó sólo unas semanas antes de las PASO. “No tenemos afiches ni carteles, no tenemos espacios publicitarios ni recursos, ni medios”, dijo. Además, afirmó que la victoria fue obtenida sobre una coalición oficialista, Cambiemos, que está presente tanto en el gobierno nacional como en el provincial y en el de la ciudad de Buenos Aires, y que cuenta con el respaldo del “poder privado concentrado: mediático, económico, financiero e internacional”. Por último, la ex presidenta consideró que el resultado de estas elecciones no sólo dice “no al ajuste”, sino que también “definió un modelo de oposición”, un respaldo a quienes “están en condiciones” de ponerle “un límite y un freno” al gobierno.

Acerca de las próximas elecciones, la ex presidenta consideró que “uno de los éxitos más grandes de Unidad Ciudadana fue instalar la agenda económica”, porque el plan del gobierno es “inconsistente en la estructura económica e insustentable en lo social y lo político”. Agregó que desde las PASO han ocurrido otras cosas. Enumeró “el comportamiento electoral del gobierno”, la “gran movilización” sindical de la semana pasada y, lo más “grave, terrible y doloroso, la desaparición forzada de Santiago Maldonado”. Fernández exigió al gobierno que “garantice los derechos también de los ciudadanos que están en su contra”, y dijo que la campaña que está empezando deberá enfrentar un triple desafío: el económico, la concentración de poder “inaudita” e “inédita” del gobierno y el “deterioro de la democracia”.

Además, la ex presidenta pidió que la campaña para las legislativas del 22 de octubre sea “ciudadana”, de boca en boca, “simple, pero profunda”, y concluyó: “Ganamos en agosto y podemos ganar en octubre, pero sin exitismo, porque el exitismo es mal consejero, es el padre de las derrotas”.