En el marco de su primera gira por Medio Oriente desde que asumió el cargo, hace casi siete meses, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, se reunió con autoridades israelíes y palestinas para analizar las posibilidades de retomar el proceso de paz en la región. En paralelo, surgen otros planes para destrabar el conflicto.

La visita de Guterres empezó el lunes en Israel, siguió ayer en Cisjordania y terminará hoy, cuando el funcionario visite la franja de Gaza. El objetivo de la pequeña gira es retomar el proceso de paz entre israelíes y palestinos, estancado desde 2014, y limar asperezas con una y otra parte.

Ayer, el diplomático portugués se reunió con el primer ministro palestino, Rami Hamdala, aunque no pudo hacerlo con el presidente, Mahmoud Abbas, quien se encuentra de viaje en Turquía. Después de la reunión, en una conferencia de prensa conjunta, Hamdala pidió a Guterres que interceda para que Israel cumpla con las resoluciones internacionales. Dijo que la ONU “se debilita” cada vez que Israel incumple las resoluciones que el organismo aprueba. A la vez, pidió que la comunidad internacional apoye la aspiración de crear un Estado palestino independiente con capital en Jerusalén Este “desde la resistencia pacífica y las acciones internacionales”.

“La ONU expresa su total compromiso con la solución de los dos estados, el fin de la ocupación y del sufrimiento del pueblo palestino”, aseguró por su parte Guterres, que reiteró el respaldo “económico y social” a los territorios ocupados. El máximo representante de la ONU reiteró la condena a los asentamientos israelíes en territorio palestino –aprobada en diciembre por el Consejo de Seguridad– y los calificó de “un obstáculo” para “la solución de los dos Estados”.

Más adelante, el representante de la ONU se reunió también con el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina, Saeb Erekat, con quien dialogó sobre la implementación de la resolución aprobada en diciembre y las perspectivas de negociación actuales en la región.

El día anterior, Guterres mantuvo un encuentro en Jerusalén con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien le pidió un trato igualitario en la ONU. “No hay duda de que hemos tenido una relación problemática con la ONU. Creo que tiene una obsesión absurda con Israel, con tácticas flagrantemente discriminatorias”, se quejó.

En la misma línea se expresó también el presidente de Israel, Reuven Rivlin. “Esta manera de poner el foco en Israel, de señalar al único Estado judío, incluso con acciones y frases que amenazan con destruir a Israel, es inaceptable [...] Ningún Estado miembro de la ONU debería poder comportarse de esa manera”, reclamó el jefe de Estado durante su reunión con el representante de la ONU.

En su turno, Guterres defendió su compromiso con la “imparcialidad”, dijo que trata “a todos los países por igual” y explicó que es normal que en ocasiones difiera con la postura del gobierno de Israel “o de cualquier otro Ejecutivo”. Además, insistió en su intención de combatir el antisemitismo, el racismo, la xenofobia, la islamofobia y todas las formas de fanatismo, durante su visita al Museo del Holocausto. En Israel, Guterres se reunió también con el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, el líder de la oposición, Isaac Herzog, y diversos miembros de la cúpula militar.

Se espera que el funcionario se traslade hoy a Gaza, donde visitará proyectos educativos y humanitarios que gestiona la ONU, aunque ya adelantó que no se encontrará con ningún dirigente del movimiento islamista Hamas, que desde junio de 2007 gobierna la franja. El lunes, en un comunicado, Hamas aseguró que Guterres “no es bienvenido” en Gaza porque “tiene un doble rasero, poniéndose del lado del agresor contra la víctima”.

Otras apuestas

La visita de Guterres tiene lugar días después de la que hizo Jared Kushner, el yerno y asesor del presidente estadounidense, Donald Trump, también con la intención de impulsar un proceso de paz entre las partes. Kushner no presentó ningún plan concreto, pero le pidió a Abbas un plazo de tres meses para elaborar una nueva iniciativa de paz. El yerno de Trump, que viajó a la región acompañado por el enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, Jason Greenblatt, y la asesora adjunta de Seguridad Nacional, Dina Powell, se reunió con israelíes y palestinos y buscó además el apoyo de algunos países árabes, en paradas que hizo en Egipto, Jordania y Arabia Saudita.

El asesor presidencial palestino Nabil Shaath dijo horas después a la radio Voz de Palestina que Kushner y compañía no se mostraron “ni a favor ni en contra de los requisitos palestinos” para reiniciar negociaciones. Según aseguró el diario Israel Hayom el lunes, Kushner le habría pedido a Abbas que no lleve a cabo ninguna iniciativa diplomática que pueda ir en contra de Israel durante los próximos tres meses, a cambio del compromiso por parte de Washington de enviar el mencionado plan.

Por su parte, otra vía para calmar las aguas se abrió cuando el nuevo jefe de Hamas, Yehia Sinwar, dijo esta semana que está dispuesto a negociar un nuevo intercambio de prisioneros con Israel con la intervención de un mediador, con la única condición de que, antes, este país libere a los 54 militantes del grupo que están actualmente encarcelados.