La Justicia se expidió ayer en casos que involucraban a dos ex mandatarios, el chileno Sebastián Piñera y el argentino Carlos Menem, y al actual presidente de Argentina, Mauricio Macri. En este último caso, la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal concluyó que Macri no cometió delitos de lavado de activos en el caso de las empresas offshore que se le han encontrado. Queda por saber qué dictará la Cámara en lo Penal Económico, que deberá estudiar si el mandatario cometió algún delito tributario. Otro juzgado de instrucción se ocupará de dilucidar si Macri incurrió en una “omisión maliciosa” de datos en sus declaraciones juradas. Macri, por lo tanto, sigue siendo investigado por empresas a su nombre radicadas en Bahamas y que se descubrieron gracias a los Panama Papers.

En cuanto a Menem, que gobernó de 1989 a 1999, la Cámara Federal de Casación Penal de Argentina anuló el sobreseimiento dispuesto en la investigación sobre su responsabilidad en la explosión de 1995 en la Fábrica Militar de Río Tercero, en Córdoba, en la que murieron siete personas y 300 fueron heridas. De esta manera, Menem seguirá siendo investigado por su posible responsabilidad en ese hecho.

Por su parte, Piñera, que gobernó Chile de 2010 a 2014, y ahora es el favorito para ganar las presidenciales de noviembre, fue sobreseído por el Juzgado de Garantía de Santiago respecto del caso de corrupción por el que se lo investigaba. Lo que se dirimía en el juicio era si Piñera se habría aprovechado de su condición de presidente para hacer crecer su patrimonio personal. En medio de una disputa por la soberanía marítima entre Perú y Chile, la sociedad de inversión de Piñera, Bancard, compró acciones de Exalmar, empresa pesquera a la que –tras la resolución del Tribunal de La Haya que dio la soberanía marítima a Perú– le fue concedida la explotación de la porción de mar disputada, lo que supuso beneficios privados para Piñera.