Varias veces el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a distintos sectores de promover una intervención militar extranjera en su país. El viernes, fue el presidente estadounidense, Donald Trump, quien habló de esa posibilidad. “Tenemos muchas opciones respecto a Venezuela, incluida una posible opción militar si es necesaria. [...] Tenemos tropas desplegadas por todo el mundo en lugares que están muy lejos. Venezuela no está muy lejos y la gente está sufriendo y está muriendo. [...] Tenemos varias opciones sobre la mesa y, por cierto, no voy a descartar la militar”, dijo Trump.

Con esas palabras, el presidente estadounidense alineó a diversos actores, entre ellos varias cancillerías que han tenido claras diferencias con el gobierno venezolano. Es el caso de la cancillería de Colombia, que rechazó las “medidas militares y el uso de la fuerza en el sistema internacional”. Agregó que “todas las medidas deben darse sobre el respeto de la soberanía de Venezuela a través de soluciones pacíficas”.

La cancillería chilena, que tampoco mantiene relaciones cercanas con Caracas, fue la primera en responder a la amenaza de Estados Unidos. El canciller Heraldo Muñoz dijo en Twitter que, “reiterando todos los términos de la Declaración de Lima sobre Venezuela [...], Chile rechaza la amenaza de una intervención militar en Venezuela”. El gobierno de México, que también ha confrontado con Maduro, dijo en un comunicado que “la crisis en Venezuela no puede resolverse mediante acciones militares, internas o externas”.

Algo similar expresó Perú, que el sábado expulsó al embajador venezolano de Lima porque este presentó una nota de protesta del gobierno de Maduro acerca de la Declaración de Lima que contenía “términos inaceptables”. En respuesta, Venezuela echó al encargado de Negocios peruano, que estaba al frente de la embajada desde que en marzo Perú retiró al embajador.

El Mercosur también se posicionó claramente en contra del uso de la fuerza en Venezuela y valoró como la única herramienta “aceptable” el “diálogo y diplomacia” para la “promoción de la democracia”. Del mismo modo, los ex presidentes que han actuado como mediadores en Venezuela, el de República Dominicana Leonel Fernández, el español José Luis Rodríguez Zapatero y el panameño Martín Torrijos, repudiaron la posibilidad de una intervención militar. El vocero de los tres, Fernández, la calificó como “una opción sencillamente nefasta y un grave error histórico”.

Incluso la oposición venezolana reunida en la coalición Mesa de Unidad Democrática repudió las palabras de Trump, aunque agregó: “Venezuela tiene años intervenida militar y políticamente por Cuba, no sólo afectando nuestra soberanía e independencia, sino también constituyendo una de las principales causas de la violencia y la represión por parte del gobierno”. A su vez, el gobierno de Maduro convocó a una “marcha antiimperialista en rechazo a la amenaza militar contra Venezuela”.