El ex candidato a la presidencia de Brasil Aécio Neves fue separado de su cargo de senador por el Supremo Tribunal Federal (STF), que también le prohibió que salga de su casa por las noches y le exigió que entregue su pasaporte a las autoridades. Esta decisión fue adoptada el martes a raíz de una solicitud de prisión preventiva presentada por la Procuraduría General de la Nación que fue rechazada por unanimidad por el STF, ya que la Constitución indica que para que un senador vaya a prisión debe ser atrapado in fraganti. Neves es acusado de corrupción pasiva y obstrucción de la Justicia después de que los ejecutivos de la empresa JBS confesaran que le pagaron sobornos a cambio de favores políticos. Uno de los propietarios de ese frigorífico, Joesley Batista, dijo que le pagó sobornos por 645.000 dólares a Neves, cantidad que el senador reconoce haber recibido; no obstante, alega que se trató de un préstamo personal.

Cuando trascendió que se lo estaba investigando, Neves pidió licencia de su cargo como presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSBD) pero mantuvo su banca como senador. Uno de los jueces del STF, Luiz Fux, opinó que hubiera sido bueno que también allí pidiera licencia.

Ayer, en un comunicado, Neves consideró que la decisión del STF no está “amparada en la Constitución” y que se trata de “una condena sin que el proceso judicial haya sido abierto”. También dijo que presentará un recurso contra un proceso en el que “no tuvo acceso al derecho fundamental a la defensa”.

Enseguida empezaron las gestiones en el Senado, donde el PSDB quiere que se someta a votación una eventual desobediencia a la separación del cargo. En ese sentido se pronunció también el presidente de la cámara alta, Eunício Oliveira, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, que gobierna en alianza con varios partidos, entre ellos el PSDB. “Si la Constitución fue herida, cabe al Senado tomar una decisión”, consideró, y aclaró que antes de adoptar una posición, la cámara alta debe ser notificada de la decisión judicial. Los senadores del PSDB que quieren someter el tema a votación argumentan que la orden de que Neves permanezca en su casa por las noches es una prisión domiciliaria encubierta, una pena que el STF no podría aplicar porque el senador no fue atrapado in fraganti.

Otros partidos aliados del gobierno en el Parlamento optaron por no pronunciarse, y algunos opositores, como Rede Sustentabilidade, opinaron que no corresponde someter el tema a votación en el Senado. Curiosamente, sí se pronunció a favor de esta votación el opositor Partido de los Trabajadores (PT). Lo hizo en un comunicado en el que dice que Neves “es uno de los mayores responsables por la crisis política y económica del país y por la desestabilización de la democracia brasileña”, que “hoy se enfrenta con el monstruo que ayudó a crear” y que “no tiene autoridad moral para colocarse en la posición de víctima”. El PT considera que Neves deberá responder ante la Justicia por las acusaciones en su contra, pero que la decisión del STF es una “violación de la autonomía” del Senado que “no puede ser aceptada”. El dictamen es “un síntoma más de la hipertrofia del Poder Judicial, que se viene posicionando como un poder que está por encima de los demás y, en algunos casos, hasta por encima de la Constitución”, concluye.