Los usuarios tenían razón: con el pasar del tiempo, Apple reducía el rendimiento de sus teléfonos mediante sus actualizaciones. Según los de la manzana, la batería se desgasta y en un período aproximado de dos años comienza a perder potencia, por lo que la empresa decide reducir la velocidad de las tareas como forma de cuidarla.

El argumento no convenció a los consumidores, que consideran que Apple debió avisar con antelación que realizaba esta práctica, que consideran obsolescencia programada, en una maniobra que busca vender sus modelos más novedosos a costa de reducir voluntariamente la velocidad y potencia de los anteriores.

Las disculpas que la empresa ofreció fueron por la falta de advertencia al usuario, no por la práctica en sí. En un comunicado se consignó que Apple planea reducir el precio del reemplazo de una batería de iPhone fuera de garantía de 79 a 29 dólares para todo aquel que tenga un iPhone 6 en adelante, cambio que estará habilitado a nivel mundial a partir de este año. A su vez, incluirán una actualización de iOS con nuevas herramientas que permitirán ver la vida útil de la batería, de forma de que los usuarios puedan distinguir si esta es la razón de la baja performance del teléfono. Sin embargo, en el mensaje no se especificó de qué formas se logrará este último punto.