La compañía estadounidense Amazon creó el primer supermercado “sin colas, sin cajas”, como dicta el eslogan del local que denominó como Amazon Go. A pesar de un lanzamiento un tanto tosco, en el que efectivamente hubo filas para ingresar al local debido a la cantidad de gente interesada, Amazon abrió un supermercado donde la interacción humana se reduce al mínimo: sólo se precisa un smartphone y una tarjeta de crédito asociada.

El supermercado funciona a base de sensores eléctricos, de cámaras infrarrojas y un sistema de aprendizaje automático, que permiten identificar los patrones de movimiento de los consumidores. De este modo, Amazon sabe cuándo retiramos un producto de la góndola, si lo volvemos a colocar en su lugar o lo cambiamos de estantería. La empresa no se ha pronunciado sobre si abrirá más tiendas de este estilo, pero se presume que este primer supermercado sea la forma de probar esta alternativa tecnológica.