El ex gobernante peruano Alberto Fujimori se encuentra hoy en libertad después de pasar 12 años en la cárcel por violaciones a los derechos humanos. Esto fue posible gracias al indulto humanitario que le otorgó por el presidente Pedro Pablo Kuczynski en la víspera de Navidad.

Fujimori recibió la noticia del indulto en un hospital de Lima, donde estuvo internado 12 días por problemas cardíacos. El jueves de noche fue dado de alta y trasladado por su hijo menor, el congresista Kenji Fujimori, a una casa ubicada en el exclusivo barrio privado de La Molina, en la capital peruana.

La residencia de 1.900 metros cuadrados en la que vivirá Fujimori se alquila por 5.000 dólares mensuales y cuenta con cinco dormitorios, baños con jacuzzi, piscina y un estacionamiento para cuatro vehículos. El médico personal del indultado, Alejandro Aguinaga, aclaró el jueves que los gastos de la casa serán pagados por los “amigos” de Fujimori. La aclaración viene a cuento considerando que, a raíz de su condena, Fujimori no puede recibir la pensión vitalicia de la que gozan los ex presidentes. Además, tiene pendiente una deuda de 15,6 millones de dólares con el Estado por reparaciones civiles.

El ex gobernante llegó a su casa en silla de ruedas. Allí lo esperaban sus hijos Keiko, Hiro y Sachi, además de Kenji, con quienes se sacó una foto que fue publicada en las redes sociales por su primogénita. “Muy contentos de darle la bienvenida a nuestro padre en esta nueva etapa de su vida”, escribió Keiko, quien lidera el principal partido opositor peruano, Fuerza Popular. Mientras tanto, afuera de la casa, un grupo de manifestantes se reunió para protestar contra la presencia de Fujimori en el barrio. La movilización fue rápidamente dispersada por un contingente policial antidisturbios que rodeaba el edificio desde temprano.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos, estudiantiles y sindicales, familiares de las víctimas de los delitos cometidos por Fujimori y partidos políticos ya convocaron a una nueva protesta para el jueves. Es la cuarta desde que Kuczynski anunció su decisión. Quienes la convocan afirman que el indulto de Fujimori, otorgado tres días después de que el presidente peruano se salvó de ser destituido por el Congreso por sus vínculos con la empresa Odebrecht, formó parte de una negociación entre el gobierno y un sector de Fuerza Popular liderado por Kenji Fujimori.

La salida de la clínica del ex gobernante no hizo más que reavivar las críticas de la oposición antifujimorista contra Kuczynski. El congresista Marco Arana, del izquierdista Frente Amplio, afirmó que “con el indulto negociado, Kuczynski abrió las puertas para la impunidad”. En tanto, la líder del movimiento de izquierda Nuevo Perú, Verónika Mendoza, dijo que las imágenes de Fujimori libre “son puñaladas en el corazón de la democracia y la dignidad nacional”. El indulto incluso generó el rechazo de políticos oficialistas, varios de los cuales presentaron su renuncia en las últimas semanas. Por esta razón, Kuczynski anunció que conformará un nuevo gabinete ministerial, denominado “de la reconciliación”, para afrontar el resto de su período de gobierno, que finaliza en 2021.

Por su parte, Fujimori declaró que anhela un “Perú sin rencores” y con “todos trabajando por un objetivo superior”, en el que fue su primer mensaje en libertad, publicado el sábado en Twitter.