El ex canciller argentino Héctor Timerman tenía previsto viajar a Estados Unidos para recibir un tratamiento médico, que está todavía en fase experimental, para el cáncer de hígado que sufre desde hace más de dos años. Pero Timerman estaba en prisión domiciliaria, acusado de proteger a sospechosos del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) por su participación en la firma de un memorándum con Irán durante el gobierno de Cristina Fernández.

Debido al delicado estado de salud de Timerman, el juez Sergio Torres, que está supliendo al titular de esa investigación, Claudio Bonadio, le permitió viajar a Estados Unidos para recibir el tratamiento médico. Sin embargo, cuando el ex canciller estaba por subirse al avión, le informaron que no podía entrar a ese país porque se le había revocado la visa debido a su situación judicial en Argentina.

De acuerdo con dirigentes de Unidad Ciudadana, agrupación a la que pertenece Timerman, el ex canciller no pudo viajar porque, aunque hubiera sido autorizado a hacerlo, todavía estaba bajo prisión domiciliaria. Por este motivo Torres dispuso ayer de tarde la excarcelación “extraordinaria” y por “razones humanitarias” del ex canciller, y se prevé que en esta nueva situación sí pueda viajar.

Más temprano, varios dirigentes políticos se solidarizaron con el ex canciller, y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, que reúne a varias organizaciones sociales y que él integra, había manifestado que el impedimento de acceder al tratamiento médico “atenta contra la vida” de Timerman y es parte del “plan de persecución política contra su persona”.