El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, designó ayer ministro de Salud a Luis Henrique Mandetta. “Con el apoyo de la mayoría de los profesionales de la salud de Brasil, anuncio como futuro ministro de Salud al doctor Luiz Henrique Mandetta”, escribió Bolsonaro en Twitter.

Mandetta, de 53 años, es médico especializado en ortopedia para niños y además es diputado del partido derechista Demócratas por el estado de Mato Grosso do Sul. Durante su carrera profesional, el futuro ministro se desempeñó en el Hospital Militar y en el Hospital General del Ejército de la ciudad de Río de Janeiro. “Estamos aquí como soldados para que la gente sepa cuál es el mejor camino para afrontar la batalla”, afirmó Mandetta, minutos después de que su designación se hiciera oficial en el Centro Cultural Banco do Brasil, en Brasilia, donde está funcionando el gabinete de transición.

Entre los retos más importantes que tendrá que enfrentar el futuro ministro de Salud está la sustitución de los 8.300 médicos cubanos que llegaron al país en el marco del programa social Más Médicos, que se irán de Brasil en el correr de las próximas semanas. Se retirarán por orden del gobierno de Cuba, que rechazó las condiciones que le impuso Bolsonaro.

Mandetta se refirió ayer a esta situación. Afirmó que el programa Más Médicos, tal como fue concebido durante el gobierno de la ex presidenta Dilma Rousseff, se parece más “a un convenio entre Cuba y el Partido de los Trabajadores que a un convenio entre Cuba y Brasil, porque no hubo una tratativa bilateral, pero lo que hay ahora es una ruptura del convenio de manera unilateral”. Según recogieron medios brasileños, el futuro ministro de Salud dijo que “fue un riesgo muy grande hacer un convenio así, tercerizando mano de obra en un área que es tan esencial para el país”. Mandetta afirmó que ya había alertado al gobierno de Rousseff sobre el riesgo de este convenio. “Es algo que nosotros advertimos desde el principio. Nosotros precisamos políticas que sean sustentables, porque las improvisaciones en el ámbito de la salud suelen terminar mal, y esta experiencia no fue la excepción”, sentenció.

Por otra parte, según informó el diario Folha de São Paulo, Mandetta es investigado por la Justicia por supuesto fraude y tráfico de influencias en la adjudicación de un contrato para implementar un sistema de informatización durante el período en el que fue secretario municipal de Salud de la ciudad de Campo Grande –capital del estado de Mato Grosso do Sul–, de 2005 a 2010. Durante las investigaciones se levantó el secreto bancario de Mandetta, y en la acción civil pública en la que está involucrado, la Justicia de Mato Grosso do Sul ordenó bloquear bienes por un total de 16 millones de reales –algo más de cuatro millones de dólares– del político y de otras dos personas indagadas por el caso.

Bolsonaro se refirió al asunto y dijo: “Hay una acusación en su contra de 2009, si no me equivoco. Pero la causa no avanzó, y no está procesado. Nosotros acordamos que en caso de que la acusación tenga sustento y el proceso avance, no formará parte del gobierno”. En la conferencia de prensa que ofreció ayer a los medios brasileños, Mandetta negó rotundamente haber cometido irregularidades durante su gestión.