Uruguay tuvo un muy buen desempeño económico en los últimos 15 años. Tras la crisis de 2002, los ingresos crecieron anualmente de forma ininterrumpida y acumularon una expansión de 80% en términos reales y per cápita. Este sólido desempeño económico coincidió en buena medida con la llegada al poder del Frente Amplio (FA) en 2005. En este contexto resulta natural preguntarse si este fenómeno de crecimiento puede ser explicado por la llegada del FA.

¿Qué significa la afirmación “el gobierno del FA tuvo un impacto positivo sobre el crecimiento económico”? Para poder afirmar lo anterior es preciso comparar dos cosas: por un lado, el crecimiento económico entre 2005 y el presente bajo el gobierno del FA; por otro, el crecimiento económico que se habría observado durante el mismo período bajo una administración no frenteamplista.

¿Cómo podemos cuantificar estos dos componentes? El crecimiento bajo la administración frenteamplista es observable y su cuantificación no reviste mayores dificultades. Sin embargo, el componente que representa la evolución de la actividad económica bajo un gobierno no frenteamplista es más problemático. Dado que en el período considerado sólo gobernó el FA, no observamos qué habría pasado en caso de que el FA no hubiese estado en el gobierno (lo que se suele llamar “resultado contrafactual”). Si queremos dar respuesta a la pregunta debemos construir este contrafactual. Existen diversas metodologías para hacer este ejercicio; nosotros elegimos el método de control sintético.1

El método de control sintético puede entenderse como dos ejercicios separados. El primero consiste en responder la pregunta “¿Cuál es la combinación de países que, al momento de la llegada del FA, forman un país similar a Uruguay en términos de su capacidad de crecimiento económico?”. Uno de los principales atractivos del método de control sintético es que los países comparables no son elegidos en forma directa por el investigador (algo que suele generar controversia). En su lugar, el investigador elige un grupo inicial de países en el que buscar semejantes y los criterios relevantes para definir similitud, y es el método el que asigna a cada país un ponderador que va de 0 a 1 (cuanto más similar a Uruguay, mayor el ponderador), y la suma de los ponderadores es igual a 1. El resultado es un promedio ponderado de países que llamamos “Uruguay sintético”, y es el candidato para representar el escenario contrafactual.2 El segundo ejercicio consiste en responder la pregunta “¿Qué tan creíble es que el Uruguay sintético logre reproducir lo que se habría observado en un escenario de un gobierno no frenteamplista?”. Esta evaluación de la credibilidad del Uruguay sintético se hace mediante una serie de “pruebas placebo” que explicaremos más adelante.3

Para la búsqueda del Uruguay sintético partimos de un grupo de 128 países que no incluye a los petroleros ni a los países muy pequeños (que suelen tener una dinámica de crecimiento muy particular). Luego definimos qué entendemos por “similar” en este contexto. Dado que la variable de resultado es el producto per cápita, es deseable que al momento de la llegada del FA al gobierno los países comparables sean similares a Uruguay en aquellas dimensiones que definen su capacidad de crecimiento. ¿Cuáles son esas dimensiones y cómo cuantificarlas? Lamentablemente, no hay una respuesta única para esta pregunta, lo que abre un abanico de potenciales especificaciones que podrían conducir a conclusiones distintas. En caso de que existieran dos especificaciones que arrojan conclusiones opuestas, no es claro qué especificación deberíamos considerar. Para mitigar este problema, en lugar de elegir una única especificación definimos 816 ejercicios, considerando en cada uno distintas variables habitualmente utilizadas como predictoras del crecimiento económico. En cada ejercicio le pedimos al método que busque la mejor combinación de países que forman el Uruguay sintético, y como resultado obtuvimos 816 Uruguay sintéticos.4

¿Cómo se compara la evolución del ingreso per cápita de estos Uruguay sintético con los datos observados para Uruguay? No importa cuál sea el criterio que se tome, entre 2005 y 2016 Uruguay crece por encima de Uruguay sintético. Esto se observa claramente en la figura 1: en todos los ejercicios el producto per cápita de Uruguay (línea azul oscuro) crece por encima del de Uruguay sintético (líneas amarillas).

Figura 1. Uruguay vs. Uruguay sintético: 816 ejercicios. Fuente: elaboración propia.

Figura 1. Uruguay vs. Uruguay sintético: 816 ejercicios. Fuente: elaboración propia.

¿Qué tan creíble es que las líneas amarillas de la figura 1 representen lo que habría pasado con el producto per cápita en Uruguay en caso de que no hubiera gobernado el FA? Para responder esta pregunta seguimos la literatura que utiliza este método y aplicamos dos tipos de pruebas placebo: en el espacio y en el tiempo.

Para la prueba en el espacio procedimos como si cada uno de los 128 países estuvieran expuestos al gobierno del FA a partir de 2005, aplicándoles la misma metodología de búsqueda de similares que se utilizó para Uruguay. Luego comparamos la diferencia de Uruguay con respecto a Uruguay sintético y las diferencias de cada uno de los países respecto de sus correspondientes sintéticos.5 Esto lo repetimos para cada uno de los 816 ejercicios. ¿Qué esperaríamos observar si los Uruguay sintético fueran representaciones confiables del contrafactual? Dado que los demás países no tuvieron un gobierno del FA, uno esperaría que no se observen grandes diferencias entre sus trayectorias observadas y la de sus respectivos sintéticos. Si algunos países que no fueron gobernados por el FA presentaran diferencias respecto de sus sintéticos más grandes que la diferencia entre Uruguay y su sintético, entonces sería difícil justificar que la diferencia entre Uruguay y el sintético se debe al FA y no a otros factores.

La figura 2 muestra 816 líneas, una por cada ejercicio. Las líneas por encima del eje horizontal representan ejercicios en los que Uruguay tuvo una diferencia respecto del Uruguay sintético mayor a la diferencia de cualquier otro país respecto de su sintético. El hecho de que 95% de las líneas esté por debajo del eje horizontal indica que para la mayoría de los ejercicios existen países en los que se observa un “efecto FA” más grande que en Uruguay.6 Estos resultados sugieren que el Uruguay sintético podría no estar representando lo que habría ocurrido bajo el escenario contrafactual.

Figura 2. Placebos en el espacio para los 816 ejercicios. Fuente: elaboración propia.

Figura 2. Placebos en el espacio para los 816 ejercicios. Fuente: elaboración propia.

Para la prueba placebo en el tiempo replicamos el ejercicio hecho para Uruguay en 2005, pero reasignando la “llegada del FA” a momentos previos a 2005. La lógica de esta prueba es similar a la anterior: la confianza en la capacidad del Uruguay sintético de reproducir el escenario contrafactual se disipa en caso de que encontremos estimaciones del “efecto FA” en momentos del tiempo en que no gobernó el FA. La figura 3 muestra el resultado de este ejercicio para 30 años distintos: un ejercicio por año entre 1975 y 2004.7 Como se observa en el gráfico, previo a la asignación del tratamiento en todos los ejercicios es posible hallar una combinación de países que logra reproducir razonablemente bien el desempeño de Uruguay en el período pretratamiento (previo al año en que asume el FA). Sin embargo, en la mayoría de los casos, luego de asignado el tratamiento Uruguay se separa considerablemente del Uruguay sintético (tanto hacia arriba como hacia abajo). Estos resultados refuerzan los resultados obtenidos en la prueba placebo en el espacio y sugieren que es altamente probable que el Uruguay sintético no represente el escenario contrafactual.

Figura 3. Placebos en el tiempo. Las líneas azules representan los ejercicios placebo; la línea roja, el ejercicio a partir de 2005. Fuente: elaboración propia.

Figura 3. Placebos en el tiempo. Las líneas azules representan los ejercicios placebo; la línea roja, el ejercicio a partir de 2005. Fuente: elaboración propia.

Un riesgo adicional a la hora de identificar el efecto del FA es que existan factores no vinculados al FA que hayan impactado en el crecimiento desde 2005 y que no sean capturados por el Uruguay sintético. Como se observa en la figura 4, la inversión (uno de los determinantes del crecimiento) en Uruguay entre 1990 y 2002 estuvo casi siempre por debajo de la inversión en los países similares. Sin embargo, a partir de 2003 Uruguay parece comenzar un proceso de convergencia hacia los niveles de Uruguay sintético y que luego se continúa en el período de gobierno del FA. Esto puede estar sugiriendo que el boom de inversión y el consecuente boom de crecimiento puede tener origen, al menos en parte, en factores que comenzaron a operar previo a la llegada del FA.

Figura 4. Formación bruta de capital, Uruguay vs. Uruguay sintético. Fuente: elaboración propia.

Figura 4. Formación bruta de capital, Uruguay vs. Uruguay sintético. Fuente: elaboración propia.

Conclusión

En este trabajo nos propusimos responder si el FA tuvo un impacto positivo en el crecimiento económico de Uruguay desde 2005 utilizando el método de control sintético. Este método consiste en dos ejercicios. El primero es encontrar el candidato a contrafactual (Uruguay sintético), construido como un promedio ponderado de países similares. Para evitar que las conclusiones dependieran de la elección arbitraria de las dimensiones que definen la similitud, utilizamos 816 diferentes especificaciones y encontramos que Uruguay creció siempre por encima de Uruguay sintético. El segundo ejercicio consiste en evaluar la credibilidad de que este Uruguay sintético reproduzca la trayectoria que se habría observado en caso de que no hubiera gobernado el FA desde 2005. Para eso hicimos dos tipos de pruebas placebo: en el espacio y en el tiempo. Ambas pruebas placebo estiman “efectos FA” donde no debieran observarse: se observan efectos FA en países que no son Uruguay y efectos FA en momentos distintos de 2005. Asimismo, dado que la inversión comienza a dinamizarse previo a la llegada del FA al poder, no es posible descartar que durante el período de gobierno del FA existan efectos rezagados de políticas o de shocks idiosincráticos previos que afectan el crecimiento desde 2005 hasta el presente.

Concluimos que la comparación del crecimiento de Uruguay con el crecimiento de otros países es poco informativa a los efectos de responder la pregunta planteada: no hay evidencia que soporte la hipótesis de que la evolución del promedio de países similares represente lo que hubiera sucedido de no haber gobernado el FA. Dado que el control sintético no nos proporciona una estimación confiable del contrafactual, decimos que no es posible responder, sobre la base de esta metodología, si el FA tuvo un efecto positivo sobre el ingreso.

Lucía Casal, Lucía Donnangelo y Federico Ganz son economistas.


  1. El método de control sintético fue desarrollado por Abadie y Gardeazabal (2003) para evaluar el costo económico del terrorismo. Al final del artículo se incluyen algunos de los trabajos de investigación más destacados que utilizan este método. 

  2. A modo de ejemplo, un Uruguay sintético podría ser una combinación de 47% Argentina, 33% Zimbabue y 20% Israel, mientras que los restantes países tendrían una ponderación nula. 

  3. En un artículo publicado en el blog Razones y Personas, Gabriel Burdín aplica el método de control sintético para responder la misma pregunta que aquí proponemos y el impacto del FA en la desigualdad. En ese trabajo no se hacen pruebas placebo en el tiempo y se toma un criterio de bondad de ajuste para filtrar las pruebas placebo en el espacio que es más exigente que lo habitual en la literatura. 

  4. Para definir las variables que determinan la similitud seguimos el siguiente criterio: (1) hicimos una extensa revisión de la literatura de crecimiento económico y definimos ocho dimensiones relevantes –estructura productiva, capital humano, capital físico, apertura comercial y financiera, población, capital natural, estabilidad macroeconómica y capital institucional–, (2) recopilamos datos para 17 variables que cubren estas dimensiones de fuentes públicas y con la mayor cobertura posible, (3) definimos 816 distintas especificaciones tomando de las 17 variables combinaciones de a dos y tres variables. En cada especificación incluimos observaciones quinquenales del producto bruto rezagado (desde 1990 en adelante) como variable a considerar en la búsqueda de similares. Los países con mayor contribución en los Uruguay sintético fueron Argentina, Zimbabue e Israel. 

  5. Siguiendo a los autores que desarrollaron la metodología, aquellos países para los que el método no lograba reproducir “razonablemente” en el período pre-2005 la evolución del producto per cápita fueron descartados como placebos. Hicimos varios análisis de sensibilidad sobre el parámetro que define lo que se entiende por razonable: las conclusiones no se ven afectadas. 

  6. Aun bajando la exigencia y en lugar de comparar con la brecha más grande entre los placebos comparamos con la quinta brecha más grande, y se obtiene que en más de la mitad de los ejercicios la diferencia de Uruguay respecto de Uruguay sintético está por debajo del eje horizontal. 

  7. Dada la falta de información previo a 1990, todos los ejercicios placebo (y el ejercicio de Uruguay para 2005) fueron estimados utilizando como variables predictoras datos bianuales del producto per cápita rezagado, comenzando 15 años previo a la asignación del tratamiento.