El Poder Ejecutivo presentó un proyecto de ley a la Cámara de Senadores para habilitar el ingreso de tropas extranjeras entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre, en el marco de la cumbre del G20 que se llevará a cabo en Buenos Aires. La iniciativa autoriza la entrada de “ocho aeronaves de la Fuerza Aérea” estadounidense al país y “hasta 400 personas”, tanto civiles como militares, para “brindar apoyo logístico y seguridad” a la delegación que estará participando en el evento en Argentina. También dispone la autorización a las “tropas pertenecientes a otros países participantes de la Cumbre de Líderes del Grupo 20, que así lo requieran al Poder Ejecutivo”.

El ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, se reunió ayer con la bancada de Diputados del Frente Amplio (FA) para informar sobre los detalles del proyecto. Luego del encuentro, según informó Radio Uruguay, el ministro explicó que la iniciativa surgió a raíz de una solicitud de la Oficina de Cooperación de Defensa de la embajada de Estados Unidos y, por el momento, es el único país que hizo una petición de este tipo.

Sobre la posibilidad de autorizar a las demás delegaciones a que ingresen su contingente militar, explicó que la idea es generar “la apertura necesaria” para otorgar las “posibilidades” a otros países que, por falta de tiempo, lo soliciten al gobierno. También planteó que este punto puede “ser mejorable”, pero esa es una decisión del Parlamento. El ministro agregó que desde la década de 1990 los distintos gobiernos han otorgado autorización sin consultar al Parlamento, pero que el actual gobierno consideró que el procedimiento legislativo es el mejor mecanismo.

La solicitud generó reparos en algunos sectores del oficialismo. El diputado Gerardo Núñez, del Partido Comunista, dijo a la diaria que su partido considera que la medida es “inconveniente” porque entienden que “afecta a la soberanía del país”. Según Núñez, el país le da entrada a “una cantidad importante de tropas extranjeras” y, a su vez, se pone en “tela de juicio” un principio fundamental del país: “ser un territorio de paz”. En su opinión, Uruguay estaría “prestándose como base de operaciones” para “reprimir al pueblo argentino”. Según explicó, el país anfitrión está preparando un “megaoperativo” para reprimir a “las movilizaciones contra el G20, contra los ajustes del Fondo Monetario Internacional y contra la agenda que pretende recortar derechos a los trabajadores y trabajadoras”. Para él, “no tiene sentido” que Uruguay preste su territorio para que las “fuerzas represivas” vayan en contra de los “objetivos populares y sociales”.

En la misma línea opinó Carlos Coitiño, del Partido por la Victoria del Pueblo, quien aseguró que tanto Estados Unidos como Argentina “meten a Uruguay en un lío que no le corresponde”. Para él, el país vecino tiene las “condiciones” necesarias “para dar seguridades que la delegación estadounidense requiere”. De todos modos, expresó que el tema está en discusión en la cámara alta y, según lo anunciado por los senadores oficialistas, se está trabajando por “incorporar” o “modificar algún artículo”, por lo que “no vamos a fijar posición de la bancada de Diputados hasta que veamos cómo termina el proceso en el Senado”.

Otra fue la posición del senador Rubén Martínez Huelmo, del Movimiento de Participación Popular, quien aseguró que la bancada de senadores del FA tiene la intención de aprobar el proyecto a la brevedad. El lunes recibirán al ministro y el martes planean votarlo en el Plenario. Según adelantó, en la Comisión de Defensa buscarán incorporar un artículo que establezca que, en caso de que se autorice a otras delegaciones de la cumbre a ingresar sus tropas, el Ejecutivo deberá otorgar el detalle al Parlamento.

El senador se refirió al artículo 168 de la Constitución, que establece que al presidente de la República le corresponderá la “conservación del orden y tranquilidad en lo interior, y la seguridad en lo exterior”. Según indicó, se trata de un tema de seguridad internacional, “porque vienen los tipos más poderosos del mundo, que nos piden cooperación, y Uruguay no se puede negar”. Para el legislador, “es de sentido común aceptar estos pedidos”.

Desde el otro lado

El senador Javier García, del Partido Nacional, planteó que su colectividad política no tiene inconvenientes con la solicitud de Estados Unidos, porque allí se da cuenta de la “cantidad de tropas y aviones”, pero considera que el segundo artículo funciona como una “autorización genérica, que va en desconocimiento del Parlamento”. Para él, no se puede “entregar un cheque en blanco” y autorizar sin tener los detalles. García planteó que se busca mantener el mismo criterio que siempre se ha tenido: las delegaciones tienen que informar cuánto personal vendrá al país y qué material traerán. De todas formas, el legislador habló con la vicepresidenta, Lucía Topolansky, para intentar buscar “una solución”.