El diputado Adrián Peña renunció el sábado al cargo de secretario general del Partido Colorado (PC), para el que fue elegido por unanimidad por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en junio de 2017. “Era un momento muy complicado del partido, con escasas perspectivas y demasiadas incertidumbres comparadas con las pocas certezas que podíamos ofrecer”, señaló Peña en su carta de renuncia. Agregó que por eso, al asumir el cargo, encaró una serie de cambios y realizó “una batería de acciones y medidas para lograr poner al PC en el debate político” y para “mostrarlo vivo y activo”. Para Peña, esos objetivos fueron alcanzados y su partido emprendió “una senda de crecimiento y se prepara para una elección interna competitiva luego de 20 años”.

En un año y medio, la interna del PC tuvo varios cambios. Cuando Peña asumió como secretario general, pertenecía a Vamos Uruguay, el sector liderado por el senador Pedro Bordaberry, quien ya había anunciado su retiro. Hoy Peña integra Ciudadanos, grupo formado en junio que encabeza el economista Ernesto Talvi. A su vez, el ex presidente Julio María Sanguinetti, que en 2017 estaba retirado de la política electoral, hoy lidera Batllistas, sector que nació en 2018 y tiene como base a Espacio Abierto, grupo encabezado por el diputado Tabaré Viera. En su carta de renuncia, Peña señaló que trató de actuar “con ecuanimidad” en su función y que considera “muy importante” la elección de 2019. “Decidiremos el futuro de nuestro partido y deseo participar con fuerza y sin ninguna restricción alguna en esa tarea. El PC de los próximos treinta años es una causa que me desvela, cómo lograr que esta formidable herramienta de cambio y transformación se actualice y logre ser el mejor vehículo entre la ciudadanía y el gobierno es el gran desafío”, sostuvo en el documento.

En contacto con la diaria, Peña dijo que entre los cambios que se llevaron adelante para revitalizar al PC están los vinclulados con la comunicación, como cambiar su logotipo, centrándose en el clavel, “que fue muy utilizado en la recuperación democrática” y “conectaba” con aquella época y con “ese sentimiento batllista”. Además, se abrió un canal del partido en Youtube y se multiplicó la participación en las redes sociales. Estas iniciativas surgieron por la convicción, basada en estudios, de que el PC necesitaba una imagen “más cercana” a la gente. Peña también destacó que durante su período como secretario general se realizaron varias jornadas de formación y últimamente se creó el Instituto Batlle y Ordóñez.

El legislador subrayó que las elecciones juveniles del PC se venían postergando desde 2012 y que cuando él asumió se comprometió a realizarlas. Finalmente se hicieron en noviembre de 2017 –con más de 30.000 votantes–, aunque “mucha gente” lo llamó para pedirle que no se llevaran a cabo “porque el momento del partido era terrible”. Peña sostuvo que estas acciones que se propuso para revitalizar al partido establecieron “un campo fértil para que aparecieran nuevos sectores”. Por último, dijo que eligió este momento para renunciar porque, a seis meses de la elección interna, el “trabajo partidario se achica” y su labor “está cumplida”, ya que ahora queda una tarea “básicamente administrativa”, hasta que asuma el nuevo secretario general, que surgirá de la interna de junio.