Jordania, la Liga Árabe y la Organización para la Liberación de Palestina condenaron la decisión de Australia de reconocer a Jerusalén Oeste como capital de Israel. También el gobierno israelí recibió con frialdad la decisión porque el reconocimiento no abarca a Jerusalén Este, la zona árabe de la ciudad, que Israel anexó durante la Guerra de los Seis Días, en 1967, y que los palestinos reclaman como capital de su Estado. Según la agencia de noticias Reuters, un dirigente cercano al primer ministro Benjamin Netanyahu, Tzachi Hanegbi, manifestó: “No hay división entre el este y el oeste de la ciudad. Jerusalén es un todo, unida. El control sobre Israel es eterno. [...] Esperemos que Australia encuentre pronto la manera de arreglar el error que cometió”.