En la estación de trenes de Panmun, ubicada en la ciudad fronteriza norcoreana de Kaesong, se celebró ayer una ceremonia simbólica para lanzar el proyecto de modernización y reconexión por vía ferroviaria y por carretera de las dos Coreas.

Alrededor de 100 funcionarios surcoreanos, entre ellos el ministro de Transporte, Kim Hyun-mee, el de Unificación, Cho Myoung-gyon, líderes parlamentarios y expertos técnicos, se trasladaron hasta la ciudad fronteriza, donde fueron recibidos por una amplia comitiva norcoreana. Al encuentro, además, asistieron representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de China, Rusia y Mongolia, según informó la agencia oficial surcoreana Yonhap.

Durante la ceremonia, representantes de las dos Coreas pronunciaron varios discursos y participaron en actos simbólicos, como la unión de vías y la presentación de un letrero en la estación. “La ceremonia de inauguración es significativa por cuanto demuestra la voluntad de las dos Coreas de cooperar activamente en el proyecto de modernización y conexión de sus ferrocarriles y carreteras en adelante”, afirmó en un comunicado el ministerio de Unificación de Corea del Sur.

La reconexión fue acordada por los dos países en la cumbre que celebraron en abril el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder norcoreano, Kim Jong-un. En un encuentro posterior en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, los dos gobernantes decidieron organizar una ceremonia para conmemorar el inicio del proyecto, que se retrasó durante meses.

La demora se debió a la reticencia del Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, liderado por Estados Unidos, a permitir a Corea del Norte el acceso a los materiales necesarios para un estudio de campo del estado de las vías en territorio norcoreano, alegando problemas de procedimiento. Pero el bloqueo impulsado por la administración de Donald Trump fue interpretado como una muestra del descontento de Washington ante una posible violación de las sanciones impuestas al régimen norcoreano y debido a la aceleración de la cooperación intercoreana en un momento en que las negociaciones de la Casa Blanca con Pyongyang sobre su desnuclearización están pasando por un momento de estancamiento. A pesar de sus reticencias, el viernes el gobierno estadounidense le comunicó a la ONU que dio el visto bueno para que se celebrara la ceremonia que se desarrolló ayer.

Expertos y funcionarios de ambas Coreas ejecutaron en dos fases y desde el mes pasado la inspección de 1.200 kilómetros de vías férreas en las zonas fronterizas, para comenzar a realizar los estudios para el inicio de la ejecución del proyecto.

De todas maneras, la ceremonia celebrada ayer tiene un carácter eminentemente simbólico y no marca el inicio efectivo de la construcción de la infraestructura necesaria para conectar a los dos países. Sin embargo, algunos consideran que aunque sea simbólico, este puede ser el primer paso para sentar las bases de un plan más ambicioso para conectar el ferrocarril intercoreano al transiberiano, y desde allí crear una ruta que comunique a la península coreana con Europa.