Desde que Ricardo Salles fue designado ministro de Medio Ambiente del gobierno que liderará Jair Bolsonaro en Brasil, se conocieron dos denuncias en su contra. Ayer la Fiscalía lo acusó de haber violado las normas que regulan la campaña electoral y de “abuso de poder económico” por haber difundido propaganda electoral en mayo y junio, antes del período habilitado para hacerlo, que comenzó en agosto.

Según la acusación, difundida ayer por el diario Folha de São Paulo, la Fiscalía afirma que Salles compró 13 espacios en otro periódico y publicó allí propaganda electoral de su candidatura a diputado haciéndola pasar por espacios contratados por el Movimiento Endereita Brasil (Endereza Brasil), del que fue uno de los fundadores. Los avisos tenían como protagonista al dirigente y difundían sus propuestas de campaña electoral. En uno de ellos aparece un texto firmado por Salles, rodeado de diez fotos suyas.

Finalmente, en las elecciones de octubre, el político no consiguió la banca por la que competía por el partido Novo, y ayer la Fiscalía pidió que sea inelegible por ocho años por estas irregularidades que le atribuye. En cualquier caso, Salles ya tiene un lugar en el gabinete que asume en enero.

El futuro ministro de Medio Ambiente, que ocupó un cargo similar en el estado de San Pablo durante la gestión como gobernador de Geraldo Alckmin, tiene otra denuncia que se refiere específicamente a ese cargo. Se investiga si cometió un delito de improbidad administrativa porque existen sospechas de que ocultó cambios en la delimitación de zonas ambientales del río Tietê, para que áreas protegidas pudieran ser utilizadas por fábricas y empresas mineras. “Estoy procesado pero no hay decisiones en mi contra”, dijo Salles, quien asegura que todos los testimonios recogidos en la investigación judicial están de su lado.