Un niño guatemalteco que llegó como inmigrante a Estados Unidos, tras cruzar la frontera mexicana, falleció ayer en un hospital del estado de Nuevo México cuando estaba bajo custodia de las autoridades estadounidenses. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza informó que lo trasladaron dos veces al centro de salud y que tuvo fiebre y vómitos, pero no comunicó cuál fue la causa de su muerte.

Es el segundo niño guatemalteco que muere en circunstancias similares. Antes, el 8 de diciembre, falleció Jakelin Caal, de siete años, supuestamente por deshidratación. Había sido detenida por la Patrulla Fronteriza estadounidense junto con su padre, Nery Caal, cuando entraron al país como migrantes indocumentados.

Cientos de personas velaron el lunes a Jakelin en su pueblo, San Antonio Secortez, en el norte de Guatemala. Según informó la agencia de noticias Efe, el velatorio consistió en un rito evangélico con música en el que participaron cientos de personas, y que tuvo lugar junto a la casa de Jakelin, una vivienda con paredes de madera y techo de paja.