Desde finales de los años 80, la cronista y novelista María Moreno ha escrito en diversas publicaciones periódicas sus reflexiones sobre asuntos feministas, en algunos casos como comentarios a las lecturas teóricas que iba realizando, en otros a partir de su propio recorrido o de asuntos en apariencia circunstanciales. Panfleto: erótica y feminismo (Penguin Random House, $ 490) reúne y retoca esos textos, que, en sus propias palabras, contribuyeron al nuevo impulso del feminismo en el Río de la Plata. “Yo me intoxicaba con las importaciones teóricas de las feministas de la nueva izquierda que releían en la estructura de la familia en el capitalismo la sevicia del trabajo invisible, de las estructuralistas de la diferencia que inventaban un Freud a su favor y de las marxistas contra el ascetismo rojo. No leía, volaba. Sin tiempo para dejar en suspenso el pensamiento a fin de ponerlo a prueba –las fechas de entrega eran una coartada– al escribir, concluía. Es decir, escribía animada por lo que iba aprendiendo, relacionando o imaginando que inventaba, sola y exaltada. Porque no recuerdo que supiera quiénes me leían, a quiénes me dirigía. Era como si gozara de un regalo infinito: la posibilidad de dejar aquí y allá, escondidas en ciertos diarios y revistas, las hojas de unos cuadernos de aprendizaje dedicados a unas lectoras futuras”, dice la autora de Black Out.