El gobierno y la Justicia argentina avanzan contra el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Eugenio Zaffaroni, quien manifestó su voluntad de que la presidencia de Mauricio Macri termine antes de tiempo. El juez argentino fue crítico con el gobierno en dos entrevistas. En la primera, el 17 de enero, dijo que su “deseo personal” es que el gobierno de Macri termine “lo antes posible” para que haga “menos daño” a la sociedad. También consideró que “hay que tener cuidado con el colapso final, que va a ser económico”, dijo que Argentina se está “acercando” a una crisis como la de 2001 y que cuando un “aparato de poder” de “esta naturaleza” enfrenta una crisis “toma medidas locas en el último momento”. Estas declaraciones hicieron que un abogado lo denunciara por apología del delito.

En la segunda entrevista, publicada ayer, Zaffaroni dijo que el gobierno lleva al país a una “catástrofe social” y reiteró su “deseo” de que se vaya “antes” de que el mandato de Macri termine. También se preguntó qué delito había cometido para que lo denunciaran, y dijo que él no milita para destituir al gobierno sino que solamente estaba manifestando su opinión.

La Secretaría de Derechos Humanos anunció ayer que repetirá un pedido presentado en noviembre ante la CIDH para que destituya a Zaffaroni. El titular de esa cartera, Claudio Avruj, dijo que sus palabras son “otra muestra de su desprecio por la democracia” y que su continuidad en el cargo “desprestigia al Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.

Por su parte, el juez Ariel Lijo emitió una orden contra la Radio Caput para exigir una copia de la entrevista. El director de la emisora, Juan Martín Ramos, dijo: “No puedo dejar de pensar que es un apriete”. Además, cuando la Policía llegó al lugar quiso allanarlo, algo que fue impedido por los trabajadores porque la orden judicial no habilitaba el allanamiento.