El partido que gobierna Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano (CNA), le pidió al presidente del país, Jacob Zuma, que deje el cargo que ocupa desde 2009, y consideró que el gobernante malgastó la herencia política de Nelson Mandela. La decisión fue adoptada en la madrugada de ayer y es la última muestra de la pérdida de apoyo del mandatario dentro de su partido, que se aceleró en diciembre, cuando el vicepresidente y rival de Zuma, Cyril Ramaphosa, fue electo presidente del CNA, cargo por el que competía la esposa del presidente, Nkosazna Dlamini-Zuma.

El pedido se presentó después de una reunión de 13 horas de la dirección del partido y de semanas de conversaciones y reuniones secretas entre los integrantes de la formación y dirigentes de la oposición, que hace meses que reclama la salida de Zuma del poder. La resolución del CNA no tiene un plazo, pero algunos de sus integrantes dijeron que este existe y es de 48 horas.

La permanencia de Zuma en la presidencia es cuestionada desde que empezaron a surgir graves denuncias de corrupción en su contra. “Tiene que renunciar, por el bien del país”, dijo el secretario general del CNA, Ace Magashule, responsable de transmitirle personalmente el pedido a Zuma.

El CNA se atribuye el derecho de pedirles a sus integrantes que dejen sus cargos, tal como hizo con el ex presidente Thabo Mbeki, que accedió al pedido, pero constitucionalmente su decisión no es vinculante. Sin embargo, el jueves 22 el Parlamento tratará una moción de censura presentada por la oposición que el CNA podría respaldar si Zuma no renuncia.

Ayer varios partidos opositores reclamaron que la salida de Zuma se dirima en el Parlamento con la moción de censura y no como una cuestión interna del oficialismo. Además, reclama que después de una eventual destitución se convoque a elecciones. En cambio, el CNA pretende que Zuma sea sustituido por el vicepresidente del país y presidente del partido, Ramaphosa, hasta el fin del mandato, en mayo de 2019.