Todas las intendencias de la cuenca del río Santa Lucía tienen planes de ordenamiento territorial. La intención del Poder Ejecutivo es dar un paso más y promover la elaboración participativa de un Instrumento de Ordenamiento Territorial (IOT) para la cuenca, informó a la diaria el director nacional de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, José Freitas.

Según el documento inicial del IOT, se pretende generar un instrumento de ordenamiento territorial y desarrollo sostenible de la cuenca del río Santa Lucía, con lineamientos de acción y programas concretos que impliquen coordinación de los organismos públicos, en particular de las intendencias. Uno de los objetivos es “contribuir a lograr una reversión de la degradación de las aguas”.

Freitas explicó que los planes de ordenamiento territorial vigentes en los departamentos de la cuenca, salvo en el caso de Montevideo, establecen proyectos de desarrollo económico y productivo y medidas de control y monitoreo, pero no tanto “modelos territoriales”. En las directrices de Canelones, Florida y San José queda definida una zona lechera interdepartamental. En materia de infraestructura vial, el territorio de la cuenca se estructura a partir de las rutas 1, 3, 5 y 11. No se jerarquizan otras vías de comunicación internas a la cuenca, acotó Freitas. El arquitecto evaluó que si bien ha habido un avance importante desde 2008 en el ordenamiento territorial de los departamentos de la cuenca, “falta aún una visión supradepartamental” que permita plantear un modelo territorial “que no sólo consolide tendencias dinamizadas por actores privados y públicos de naturaleza sectorial”, sino que tenga capacidad de anticiparse y de contribuir a orientar el proceso.

El documento inicial contiene propuestas de líneas de acción. Por ejemplo, en materia de protección de la calidad del agua, se sugiere “avanzar en la ordenación del territorio de la cuenca del arroyo Casupá” y “caracterizar usos productivos, de recreación y turismo fluvial factibles de realizarse en las zonas de amortiguación, consistentes con su objetivo principal de protección de riberas y mitigación del arrastre de nutrientes y sustancias contaminantes a las aguas del río Santa Lucía”.

En cuanto a las actividades productivas, se propone “definir áreas de uso preferentes para circunscribir actividades productivas primarias sostenibles” e “identificar áreas nacientes de ríos y arroyos, zonas de recarga de acuíferos y tomas de agua para potabilizar que requieren algún grado de protección en relación a actividades primarias e industriales”.

Como objetivos de mediano plazo, se propone promover y proteger las unidades familiares involucradas en las actividades productivas primarias; definir áreas de uso preferente para la agroecología, la producción orgánica y el turismo eco-rural; delimitar los polígonos y zonas de exclusión y establecer una reglamentación especial para la extracción de áridos y metales; y promover la construcción de diversos sistemas de saneamiento “que contemplen las realidades particulares de los asentamientos humanos” en la cuenca.

La idea de la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial es que estas líneas comiencen a discutirse en abril en el Comité Nacional de Ordenamiento Territorial, integrado por siete ministerios vinculados con el tema, por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y por la presidencia del Congreso de Intendentes. Luego se pretende instalar una comisión de coordinación y seguimiento, integrada por los ministerios competentes y las seis intendencias de la cuenca, que esté en comunicación permanente con la Comisión de Cuenca del Río Santa Lucía.

El secretario nacional de Ambiente, Agua y Cambio Climático, Carlos Colacce, explicó a la diaria que el IOT será una de las medidas del Plan de Acción de segunda generación para la cuenca del Santa Lucía, que el gobierno pretende aprobar este año.